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Ajolote, símbolo mexicano; monstruo de agua que se niega a morir – El Sol de Cuernavaca

Juan José Arreola, en su libro Bestiario, describe al ajolote mexicano como un pequeño lagarto de jalea. Gran gusarapo de cola aplanada y orejas de pólipo coral. Lindos ojos de rubí.

Lo cierto es que se trata de una de las especies más importantes en México que se puede encontrar en lugares como Xochimilco, Estado de México, Puebla, Michoacán y en Morelos, principalmente en las lagunas de Zempoala. En el país existen alrededor de 16 especies, aseguró Topiltzin Contreras Macbeath, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

El ajolote posee ojos saltones (a falta de párpados), lo que los hace llamativos, pero también los ha llevado al peligro. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la incluye dentro del listado de especies en peligro de extinción, por lo que su conservación es sumamente importante, no solo de manera nacional, sino a nivel mundial; es por ello que desde 1989 se establecieron granjas de reproducción.

La UICN señala que el exterminio de la especies se debe principalmente a su captura para su comercialización, por la contaminación de su hábitat, la llegada de especies invasoras, introducción de peces exóticos, así como la introducción de lirios exóticos.

El ajolote o axolotl (monstruo del agua), como lo nombraron los aztecas, debido a que pensaban que por sus características era un monstruo, ya que parece una salamandra, rana y sapo, además de que posee cola y tiene cuatro patas que, se cree, le ayudaban a desplazarse por tierra.

Contreras Macbeath asegura que el ciclo de vida típico de los ajolotes es una parte acuática y terrestre, lo que las hace doblemente vulnerables a la perturbación de sus ambientes, por lo que con la metamorfosis solo se le permite llegar a la superficie para respirar a través de su piel y branquias y continuar sumergidos.

El cuerpo del ajolote no es mayor a 30 centímetros, asegura el especialista en educación ambiental, Guillermo Aceves García; incluso, afirma, puede haber más pequeños de hasta 15 centímetros; posee branquias externas que parecen plumas; la cabeza es grande, de forma ovalada, con dientes mandibulares prevomerianos, presenta orificios nasales pequeños. La forma del cuerpo es aplanada dorsoventralmente; presenta 10 surcos laterales entre las extremidades y pueden pesar de entre 60 a 120 gramos.

Dijo que se puede encontrar en diferentes colores como el albino, donde sus branquias externas son más rosadas y parecen plumas, o el leucistico blanco, donde es completamente blanco, melanistico, que su tonalidad es más oscura y moteada, y el albino dorado, que su tonalidad es más naranjosa, asimismo, conserva su aleta dorsal de renacuajo que se extiende por casi todo su cuerpo; los ajolotes pueden llegar a vivir hasta 15 años.

Contreras Macbeath explicó que su reproducción ocurre en primavera; estas especies pueden dejar de 100 a 400 huevos, de los cuales, en cautiverio, pueden desarrollarse hasta en un 90 por ciento, mientras que en la vida silvestre a penas alcanzan un 30 por ciento, ya que los huevos se convierten en alimento de las especies invasoras; los ajolotes por sus características sin garras, escamas, o dientes que puedan atacar, además de que su piel es sumamente delicada, se vuelven una presa fácil y con pocas posibilidades de proteger a sus huevos.

La mascota de los mexicanos

Se desconoce por qué el ajolote fue adoptado por los mexicanos como un ícono; Aceves García podría atribuirlo a que se trata de una especie mexicana; “es una especie originaria de México, tal vez su aspecto o sus características físicas, lo llevaron a verlo como una especie rara pero al mismo tiempo típica mexicana”.

Mientras que el Banco de México en su portal indicó que su importancia en la fauna de México y sus impresionantes características hacen del ajolote un ejemplar único y muy mexicano, es por ello que el 28 de octubre de 2021 lo representó en el billete de 50 pesos de la Familia G.

Si bien el ajolote es una especie que se encuentra en peligro, adquirir un ejemplar de manera legal es permitido, siempre y cuando se cumplan con una serie de requisitos. Aceves García mencionó que los ajolotes pueden ser adquiridos desde una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), las cuales tienen como propósito repoblar más que lucrar.

“Existe la venta legal de los ejemplares, solo se recomienda (que sea) cuando el ejemplar pueda subsistir al 100 por ciento; es importante preservarlos ya que representan a nivel biodiversidad de los pocos anfibios que tienen su genoma identificado; tienen reconstrucción de extremidades y de algunos órganos… Además tienen una gran importancia biológica para analizar si el hábitat donde se encuentran es saludable, porque principalmente requieren una calidad de agua”, explicó Aceves García.

Para su adquisición es importante considerar que son especies de agua fría, y que pueden estar en temperaturas de entre 14 y 22 grados centígrados, sin embargo, lo más recomendable es que estén entre 16 y 18 grados centígrados.

Es importantísimo que se encuentren en acuarios grandes, y que por cada ejemplar haya de 40 a 50 litros de agua filtrada y oxigenada; los espacios tendrán que estar equipados con arenilla o algunas piedras para el ajolote pueda esconderse y jugar, y podrán ser alimentados con su comida tradicional o a través de una dieta o suplementos recetados por un médico veterinario especialista en especies exóticas.

Aceves García puntualizó que además de las especies que se conocen tradicionalmente, los ajolotes que se reproducen de manera controlada pueden presentar otras coloraciones, de acuerdo a la selección del criadero.

Por ello aseguró que es necesario que las personas que vayan a adquirir estos ejemplares, se informen correctamente antes de, y sobre todo que se acerquen a los especialistas para que la compra sea segura y completamente legal.

Ajolote morelense

En Morelos esta especie adquiere un grado de importancia mayor, ya que en la laguna de Zempoala fue hallada una especie llamada Ambystoma Altamirani, sin embargo, durante un año de muestreo solo se encontraron dos ejemplares, informó Contreras Macbeath.

“Es importante conservar el bosque, pero las especies de las lagunas son importantes como el ajolote ambysatum altamirani; en Zempoala sólo se han encontrado dos y sus principales depredadores son la trucha y la carpa, las cuales fueron introducidas a la laguna y son consideradas especies invasoras”.

Señaló que en la laguna de Zempoala se encuentran especies sumamente raras y que están amenazadas, debido a la introducción de especies invasoras como truchas y carpas; las cuales, dijo, fueron introducidas para pesca, sin tomar en cuenta que debido a que es un Parque Nacional Protegido están prohibidas estas prácticas.

“Estamos seguros que las truchas y carpas se comen las larvas de los ajolotes. Estamos trabajando para eliminar las especias invasoras y ayudar a que las nativas prosperen, para eso se tiene que describir todo el ecosistema, la abundancia de las especies, y si hay insectos que puedan servir de alimentos, estamos evaluando la calidad del hábitat”, explicó.

Cuernavaca busca su preservación

En el Parque Barranca Chapultepec se creó un ajolotario con cerca de 15 ejemplares para su exhibición con el objetivo de que los cuernavacenses tengan ese acercamiento con la especie y con ello se fomente una cultura de la protección de los mismos.

“Los tenemos en un buen hábitat, estos animales son de agua fría, necesitan plantas, escondites y buena calidad del agua”, explicó Diana Dinorín, encargada del ajolotario ubicado en el Parque Chapultepec.

Diana explicó que para que el ajolote se adapte de manera correcta y no sea expuesto a temperaturas o situaciones que lo hagan estar en peligro, es necesario que se encuentre con una buena calidad de agua.

“Las personas se encuentran fascinadas, preguntan y quieren conocer sobre ellos, además de que verlos es simplemente maravilloso, gracias a sus tiernas características”.

Para que el proyecto de preservación de la especie siga en pie, la entrada al ajolotario tiene un costo de recuperación de 10 pesos, y está abierto de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. En vacaciones, abre de lunes a domingo, en el mismo horario.

Tómalo en cuenta

Estas especies son de agua fría, pueden estar en temperaturas de entre 14 y 22 grados centígrados; lo más recomendable es que estén bajo una temperatura de entre 16 y 18 grados.

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