Petróleos Mexicanos (Pemex) espera cerrar el año con una disminución en el número de reservas probadas de crudo, derivado de sus planes integrales para aumentar su producción en el mediano plazo.
De acuerdo con el Plan de Negocios de Pemex y sus empresas productivas subsidiarias, se espera que la petrolera mexicana culmine el 2022 con reservas probadas por seis mil 74 millones de barriles de crudo, condensados y otros líquidos.
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Estas reservas probadas, también conocidas como 1P, son las que tienen 90 por ciento de probabilidad de éxito en su extracción, por lo que se vuelven de vital importancia para sostener la situación financiera de la compañía.
En la actual administración, las reservas 1P se mantienen al alza y hasta el año pasado alcanzaron los siete mil 427 millones de barriles. Con esta cifra, México tiene una relación reserva-producción por al menos los próximos 8.8 años.
En el documento presentado por Pemex se detalla que las reservas posibles, que tienen una probabilidad de éxito de 10 por ciento, también tendrían una baja al pasar de casi siete mil a 6.6 mil millones de barriles en 2022.
Por su parte, las reservas probables o 2P, cuya posibilidad de extracción es del 50 por ciento, se mantendrían en los mismos niveles de 2021, esto es de 5.9 mil millones de barriles, según Pemex.
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“Este desempeño representa una tasa de restitución cercana al 100 por ciento y refleja la estrategia de orientar las actividades de exploración y producción a mantener tasas de restitución alineadas a la plataforma de producción”, resaltó la compañía encabezada por Octavio Romero Oropeza.
Según el plan divulgado por Pemex, actualmente la empresa ocupa el puesto 12 en el mundo en niveles de producción, así como la posición 20 en reservas de crudo y condensados.