Las erupciones volcánicas son fenómenos impresionantes, pero que también pueden significar riesgos para nuestra salud. Uno de estos se encuentra en la ceniza volcánica, cuya generación se presenta en las erupciones explosivas. La ceniza puede ser transportada por el viento, cayendo a diferentes distancias del cráter.
¿De qué se compone la ceniza volcánica?
La ceniza volcánica está compuesta por pequeñas partículas de roca y cristales menores a 2 mm de tamaño. Durante una erupción, los fragmentos más gruesos caen cerca del volcán, mientras que las partículas más finas pueden viajar grandes distancias, cubriendo áreas que van desde cientos hasta miles de kilómetros.
La caída de ceniza puede tener efectos negativos en nuestra salud. En primer lugar, puede agravar enfermedades respiratorias existentes, como el asma o la bronquitis. Las partículas de ceniza irritan las vías respiratorias y pueden dificultar la respiración, especialmente en personas sensibles.
¿Qué puede provocar la ceniza en tu salud?
La ceniza puede contaminar el agua y los alimentos. Si se ingiere agua o alimentos contaminados con flúor y posiblemente con metales pesados presentes en la ceniza, pueden producirse trastornos gastrointestinales y afectar la salud a largo plazo.
Otro riesgo está relacionado con los ojos. La ceniza volcánica puede causar conjuntivitis y abrasiones en la córnea, provocando enrojecimiento, irritación y molestias oculares.
Es importante tomar precauciones para proteger nuestra salud durante la caída de ceniza.
Recuerda:
- Utilizar mascarillas o pañuelos para cubrir la nariz y boca.
- Evitar la exposición directa a la ceniza.
- Lavarse las manos con frecuencia y mantener una buena higiene personal.
En caso de caída de ceniza, sigue las recomendaciones de las autoridades y mantente informado sobre las condiciones del volcán.
¡Tu salud es lo más importante!
Fuente: Gobierno del Estado de Morelos