La proliferación de “dimes y diretes”, la especulación de los diferentes partidos políticos; la nueva democracia en México, resultante a partir de los 30 millones que votamos por Andrés Manuel, desde la perspectiva de quien esto escribe respondo categóricamente que el INE, el Instituto Nacional Electoral no está en crisis, sino en evolución. Si bien es cierto que hace 25 años había elecciones que manejaba el viejo IFE y el gobierno las llevaba adelante, en este lapso, en estos cinco lustros, el país ha logrado consolidar un régimen democrático, que tiene evidentemente críticas destructivas y otras que no lo son tanto, pero en realidad debemos fijarnos en las críticas constructivas.
Es del dominio público que todos los partidos políticos viven de nuestros impuestos; todos reciben cantidades millonarias por tener una franquicia, por tener las siglas de un partido, que resulta que cuando se da una elección, calculando cuánto costó llevar a un ciudadano a votar, y multiplicando eso por el número de votos que ese partido obtuvo, las cantidades millonarias que reciben son en detrimento de programas sociales y que a los dueños, a los usufructuarios de los partidos políticos les permite tener ganancias impresionantes, sobre todo sin tomar ningún riesgo.
La austeridad a que debe someterse al INE es parte de una evolución. No hablamos de crisis, porque esa es la que se ha pretendido darle un perfil para denostar al Presidente, a su partido, a la Cuarta Transformación y con la historia de que “el INE no se toca”, estamos tergiversando la verdad y la realidad política de México, porque pretender, y además ya hay un fundamento constitucional, que los salarios se ajusten al 125 constitucional, y que en ningún supuesto, ningún funcionario, sea cual fuere su nivel tenga un salario mayor al del Presidente de la República, es austeridad, y eso es bueno para la República.
Reducir la estructura administrativa del INE es otro de los puntos que se buscan con el “Plan B” que reiteramos no viola la Constitución, porque para empezar este se refiere sólo a leyes secundarias, y será una sorpresa para todos, el que a pesar de tantas inconformidades la Suprema Corte acaba resolviendo que el “Plan B” no viola la Constitución; eso lo veremos y en su momento volveremos al comentario. También es importante señalar que al no haber crisis sino evolución, la misma debe adecuarse, ajustarse a las nuevas realidades políticas y democráticas del país, porque evidentemente que habido cambios muy importantes, verbigracia el que ahora el Tribunal Federal Electoral emita una resolución y esa es evolución no es crisis, de que la equidad de género traiga como consecuencia que quien dirija el Instituto Nacional Electoral en un futuro próximo, sea una mujer, lo que obliga que haya una quinteta de personas del sexo femenino, y eso no es crisis, eso es evolución, porque con un país que tiene 52 por ciento de mujeres; con una nueva Presidenta de la Suprema Corte por primera vez, que es una mujer y que desde nuestra perspectiva Claudia Sheinbaum podrá ser la nueva Presidenta de la República, todo esto converge hacia la evolución y no a la crisis del Instituto Nacional Electoral.
Por otro lado también debemos considerar que es propuesta del “Plan B” ya que es Derecho Positivo Vigente, porque entró en vigor hace 48 horas, también se pide que haya menos sanciones para los partidos políticos, que en realidad en la mayoría de los casos se las merecen, pero lo que no vemos y era importante que se hubiera señalado en el “Plan B” de que haya una reducción de los subsidios que se dan a todos los partidos políticos.
Es evidente que una opinión periodística en medio de este fuego cruzado de amigos y enemigos, de organizaciones de abogados y de todo lo que implica ésto, tiene tintes políticos, partidistas, de intereses personales, porque no hemos visto, no hemos escuchado, no hay un programa de la oposición para mejorar la situación de los mexicanos; y tampoco vemos que se den situaciones, hipótesis o propuestas que traigan como efecto que México deje de ser el país con el sistema electoral más caro del mundo, todo esto es una realidad que hay que difundir.
CONCLUSIONES
Primera: El “Plan B” no viola la Constitución.
Segunda: El INE no está en crisis sino en evolución y por lo tanto debe adaptarse a los cambios del año 2023, y sobre todo prepararse para estas próximas elecciones del Estado de México y Coahuila, y para el 2024 las de la elección presidencial.
Tercera: Es muy importante ratificar que lo que se busca con el “Plan B” es reducir la estructura administrativa del INE que a la fecha padece una “gordura” un exceso de grasa mental que impide que haya unas buenas decisiones y relaciones electorales y políticas.
Cuarta: Lograr que los salarios de los funcionarios, Ministros de la Corte, se ajusten a lo que gana el Presidente de la república, es algo que estará en congruencia con el sistema de austeridad que debe haber en México, porque no somos un país de ricos.
Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com