A partir de un hecho histórico poco conocido por las nuevas generaciones, el productor guatemalteco Rafael González apostó por El silencio del Topo, una historia de Anaís Taracena, la cual cuenta lo que el poeta y periodista Elías Barahona, mejor conocido como El Topo, vivió en una de las épocas más complicadas de Guatemala.
“Conocía la historia de un tiempo atrás, cuando empezaron a regresar a Guatemala a varios exiliados y un día leí un reportaje sobre Elías Barahona y las memorias que escribió de su experiencia en la lucha armada; fue militante del ejército de los pobres, que era una de las facciones guerrilleras. Su historia me conmovió porque no conocíamos a mucha de la gente que estuvo en la guerrilla y, de alguna manera, era muy ética la forma en la que él hizo su trabajo”, afirmó González en entrevista.
Barahona se infiltró en el gobierno del General Lucas García y salvó la vida de decenas de disidentes. En 2014, testificó en el juicio por el incendio de la Embajada Española, una de las mayores masacres ocurridas en el país centroamericano.
“Desde el momento en que muere Elías, se empezó con la idea de si se filmaba su vida, y se tomó la decisión de que se haría la historia de él, un personaje que acababa de morir y del que no hay mayor información, así que tocó hacer todo un trabajo de búsqueda, de revisión de archivos, que nos llevó muchas veces a lugares de México, Centroamérica y Panamá.
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“Se intentó hacer una búsqueda porque estuvo en diversos países, el proceso ese fue el más difícil porque empezamos a buscar a otras personas que están vivas, que podían ayudar a contar la historia de Elías y ese es un trabajo muy grande, porque es como regresar sobre el pasado muchas veces doloroso y difícil para quienes les tocó salir del exilio y, otra, es que estamos en un país donde no hay archivos, donde pareciera que se borró la memoria visual y de las bibliotecas a partir de final de los 70 y hasta el 84, no hay mucho material que pueda ayudar a contar esos años que Elías cuenta en sus memorias”, aseguró González.
El silencio del Topo ya ha sido reconocido en distintos festivales de México, España, Uruguay, Colombia, y Cuba, entre otros. Está en cartelera en la Cineteca Nacional y cines selectos de la Ciudad de México, así como el interior de la República.