Este inicio de año se agudizaron los problemas de agua en Cuernavaca. Sabemos del estado en el que se encuentra el SAPAC, organismo encargado del suministro de agua en la capital morelense, una situación financiera que no tiene solución ni en el corto, mediano o largo plazo bajo las condiciones actuales.
En diciembre se incrementa tres veces el gasto corriente por el pago de aguinaldos; esto ocasionó el atraso en el pago de la energía eléctrica correspondiente al último bimestre del 2022. Todo el año anterior, la administración actual del SAPAC pagó puntualmente a CFE, más de 126 millones de pesos, algo que en las dos últimas administraciones no pasó. Revisemos: el gobierno de Jorge Morales Barud (2013-15) prácticamente dejo en ceros la deuda con CFE; con Cuauhtémoc Blanco (2016-18) la deuda creció a casi 100 millones de pesos; en la administración anterior de Antonio Villalobos, el “Lobito”, la deuda se fue a la friolera de 298 millones de pesos. Se sabe que la CFE cobra las tarifas más altas por la energía que abastece los pozos de agua, como si fuera una empresa de esas que odia el presidente; además en la mayoría de los pozos ni siquiera hay medidores de energía, es decir, cobran lo que les da la gana, al fin y al cabo paga la gente de Cuernavaca, esa que no votó por el candidato oficial de Morena en el 2021.
La pregunta es: ¿Porqué la CFE dejó crecer la deuda de esa manera bajo los gobiernos municipales anteriores emanados de Morena y aliados? En la pregunta está la respuesta. ¿No hay acaso responsabilidades administrativas y penales por la omisión de funcionarios alcahuetes de la CFE que fueron cómplices de la corrupción de las dos administraciones municipales anteriores? Por supuesto que sí.
Ahora en cambio, con una celeridad inédita, con una mano en la cintura, cínicamente y sin detenerse a pensar el daño que ocasiona a la población, la CFE cortó la energía eléctrica de los pozos por el retraso de unos días en el pago correspondiente al bimestre, a pesar de que el actual gobierno ha demostrado su voluntad para pagar en tiempo y forma durante todo el año pasado, algo que ni el Lobo ni el actual gobernador hicieron, ellos son los responsables de la deuda histórica del SAPAC.
CFE está actuando políticamente para desgastar al gobierno municipal, es criminal dejar a la población sin agua, es violatorio a los derechos humanos. Pero eso poco le importa a la empresa que preside el maestro del fraude de 1988, hoy miembro distinguido de la cuarta transformación.
La gente se organizó y realizó bloqueos por tres días consecutivos, se entiende la desesperación de la población, aunque no comparto los métodos ni las acciones de cerrar calles y avenidas perjudicando al resto de la población. Al final todos perdemos.
El cabildo municipal intervino para solucionar la deuda inmediata; los regidores votaron un acuerdo a favor de hacer una transferencia de recursos del ayuntamiento hacia SAPAC hasta por quince millones para saldar la deuda con CFE, para poder reconectar de inmediato los cinco pozos suspendidos; el acuerdo se aprobó con nueve votos a favor y tres en contra.
Precisamente los tres regidores de Morena votaron en contra, estos que se dicen defender a los pobres le dieron la espalda a las miles de personas que estaban padeciendo la falta de agua; los más afectados son justamente la gente que tiene más carencias, eso poco les importó a los de Morena-CFE, el objetivo para ellos era desgastar al ayuntamiento sin importarles la gente.
Los regidores de Morena y la CFE trabajan de manera coordinada en una estrategia de golpeteo y de desgaste. Quien no se dé cuenta de esto peca de ingenuidad, es parte del golpeteo previo a la elección del 2024, es parte de la polarización que desde Palacio Nacional todos los días se alimenta del rencor presidencial.
La empresa que se autonombra de clase mundial, dirigida por el operador de la caída del sistema electoral en 1988, aplica políticas represivas y asfixiantes propias del neoliberalismo, que según el presidente López Obrador ya se acabó en México; la CFE actúa como brazo operador y ejecutor de Morena aplicando una política de desgaste en contra de gobiernos emanados de partidos contrarios a la 4T. Tal es el caso de Cuernavaca.
El gobernador futbolista le trató de aventar la pelota al Congreso del estado solicitándole re- direccionar recursos a Cuernavaca, sabiendo que esto no lo puede hacer el Congreso sin una iniciativa del propio ejecutivo. No le resultó el engaño y nadie mordió el anzuelo. Otra vez el ejecutivo exhibe la amplitud de su ignorancia.
La ciudadanía de Cuernavaca exigimos la condonación del adeudo histórico de SAPAC con la CFE; no podemos seguir siendo rehenes del golpeteo político, no estamos dispuestos a padecer la falta de agua para satisfacer los intereses mezquinos de la 4T y sus operadores.