Como madre de familia parece que no hay edad para terminar de preocuparse por los hijos como para dejar de corregirlos cuando se portan mal, como lo demostró esta mujer que al ver a su hijo salir de la cárcel decidió reprenderlo a “cinturonazos”.
Fue por medio de TikTok en donde se dio a conocer lo que podría ser este castigo ejemplar para algunos o el acto de una madre interesada para otros que busca corregir el camino para su hijo.
Como lo dejó demostrado este hombre, el cual por su corpulencia parece tener más de 30 años, sin importar el crimen que cometió o la razón por la que pasó un tiempo en la prisión fue su mamá la que le dio el peor de los castigos.
Los cinturonazos de la mamá
La cuenta de @valesaldarriaga18 en TikTok fue quien dio a conocer las imágenes de este curioso encuentro entre madre e hijo. Como se observa en las imágenes, el hombre que viste ropa casual y una gorra además de cargar una bolsa con sus pertenencias sale de la comisaría con una sonrisa en el rostro al notar que su familia lo espera.
Su mamá es la primera en recibirlo y cuando parece que va a darle la mano o un abrazo, saca una especie de cordón de su mano para comenzar a golpear a su hijo.
La mujer luce un casco de motocicleta y vestimenta totalmente en negro, a quien no le importa estar frente a la mirada de los policías o de otros de sus familiares, sin dudarlo lanza varios golpes a la zona de las rodillas y piernas del liberado de prisión.
El hombre termina por esbozar una sonrisa y de correr rápidamente para evitar una mayor cantidad de castigo al ver que no puede acercarse a su madre para detener los golpes que recibe.
De acuerdo con la usuaria de nombre Vale, la situación ocurrió en Sullana, Perú, para ser más exactos en la comisaria sede nuevo Sullana, una de las dos comisarias que se encuentra en la zona.
En un segundo video que ella compartió a petición de los usuarios con el audio original, se escucha como a la persona liberada le apodan “el Capitán” y, mientras recibe los golpes, los asistentes no dejan de gritar “más duro, más duro”.
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Junto a una gran cantidad de risas y de gritos, incluso de los mismos policías, es como transcurre la situación, al tener unos segundos más de la situación solo se nota de mayor forma la sonrisa del hombre liberado y su deseo de escapar para no recibir más golpes.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla