A los 16 años Guillermo Casarrubias conoció a José Luis Gamboa (+) durante una cascarita en un campo baldío en la colonia Emiliano Zapata. Los dos vecinos de Cuautla nunca imaginaron que tiempo después serían fundadores del grupo musical Los Soñadores.
En diciembre de 1972 la agrupación formada además por Fernando Mercado Ibarra, Óscar Vargas y Rubén Rosas, lanzó a la fama su más grande éxito: Vida.
La balada se volvió un hit musical de la época y de los más tocados en las radiodifusoras, cuarto lugar en España y encabezó las listas de popularidad en otros países europeos, recuerda una de las dos voces principales, Guillermo Casarrubias.
Te vas te vas fue otro de los temas que se colocaron en los primeros lugares dentro del top ten en París, en el billboard de Francia. Pero el primer álbum grabado por Los Soñadores fue la locura, el cual incluía como segundo tema Quiero volver.
La agrupación de Cuautla subió como la espuma y pisó grandes escenarios al interior del país; alternó con las mejores voces de la época, agrupaciones y solistas, y visitó importantes programas de televisión en la promoción de su disco, entre otros Hoy Mismo, de Guillermo Ochoa y Lourdes Guerrero.
Después de grabar seis álbumes y con apenas 10 años de trayectoria, la agrupación se desintegró debido a que cada uno de sus integrantes tomaron otros rumbos.
“No ha habido un grupo en Cuautla con la fama que tuvieron Los Soñadores en su momento, que trascendió más allá de las fronteras por todo el continente americano y Europa”, comentó su exrepresentante musical, Samuel Hernández Beltrán.
¿Pero cómo fue que inició la historia de este grupo que se abrió las puertas de la fama con el gran éxito Vida? Así lo relata el director musical de Los Soñadores, Guillermo Casarrubias:
Todo empezó a partir de la amistad entre Memo y Pepe Gamboa: “Coincidíamos jugando la cáscara donde hoy es el parque de la Zapata; en ese entonces yo tocaba la guitarra, algo que aprendí de manera empírica en casa, solo escuchando y con un amigo que se llamaba Armando Martínez que me echó la mano”.
Agrega: “Entonces empecé a enseñarle a Gamboa a tocar el instrumento después de ir a echar la reta en aquél terreno baldío donde nos juntábamos con otros que llegaron a ser grandes en el futbol; fue así como definimos lo que íbamos a hacer más adelante en la vida, unos en el futbol y nosotros en la música”.
“Pepe Gamboa, que iba a un templo Mormón, me invitó a cantar ahí y fue como se dieron los inicios del grupo. Fuimos invitando a más integrantes, el tercero fue Miguel Castañeda y este a su vez invitó a Fernando Mercado, y así se agregaron otros más como Luis Luna, que tocaba el bajo; unos entraban y otros salían”.
“En esos inicios primero nos llamábamos los Power Boys, más adelante cambiamos a Los Siux; para entonces ya estábamos más definidos los integrantes del grupo con el profe Rubén como tecladista; todos los que se agregaron tocaban en otros grupos y fue como los fuimos reclutando para ser parte de nuestra historia”.
“En esos inicios primero nos llamábamos los Power Boys, más adelante cambiamos a Los Siux; para entonces ya estábamos más definidos los integrantes del grupo, con el profe Rubén como tecladista; todos los que se agregaron tocaban en otros grupos y fue como los fuimos reclutando para ser parte de nuestra historia musical”, agrega.
Vuelo hacia la fama mundial
“Ensayábamos y tocábamos en varios lugares de Cuautla, uno de ellos frente al Seguro Social, Yakis, una nevería; luego en ese local se puso un bar y en una ocasión coincidimos con Johnny Laboriel que ya había dejado a los Rebeldes del Rock y lo acompañamos en una presentación”.
Otro lugar donde se presentaban antes de ser mundialmente conocidos era un local que se ubicaba en los altos del entonces Cine Narciso Mendoza que se llamaba Rickis.
“Así fueron nuestros inicios tocando en varios lugares de Cuautla, incluida la zona de tolerancia atrás del Colegio La Paz; una ocasión fui a comprar discos a Casa Gopiso, frente a la arena de lucha libre RAF, atrás de la Alameda. Ahí el dueño me dijo que había conocido a un vendedor de discos que trabajaba en CBS y que le comentó que su sueño era ser director artístico y para eso estaba buscando grupos, se llamaba Enrique Cano, fue como le platicó de nosotros y sin más quedó en presentarnos y así fue, nos escuchó cantar en una grabación y le gustó tanto que nos convenció para llevarnos a grabar a la disquera y fue como nacieron Los Soñadores”.
Con la grabación en mano, agrega: “Levó el material a los ejecutivos de la disquera, y de igual forma gustamos tanto que las canciones querían sacarlas así como las grabamos, a lo que me opuse, pues se requería de algo más profesional, posiblemente si se hubieran sacado así, posiblemente no hubieran pegado igual”.
“La canción Vida la grabamos en noviembre del 72, y para diciembre salió con tanta suerte que empezó a sonar en las principales estaciones de radio en AM, en las más importante de la ciudad como la XEW, Radio Variedades, Radio Capital, entre otras. Recuerdo que Radio Mil era la única en la que no entrabamos, no sé por qué, pero en una ocasión cantamos en una fiesta de uno de los ejecutivos y al día siguiente ya estábamos también sonado ahí”, agregó.
En ese momento pasaron de ser Los Siux a Los Soñadores, nombre que explica, se le ocurrió al director artístico Enrique Cano porque en la letra de la canción Vida se menciona la palabra.
“Todo cambió de la noche a la mañana para nosotros, fue un trancazo duro, estuvimos en primer lugar de ventas por varios meses en la compañía y en todo México en cuarto lugar, solo nos ganaba Juan Gabriel también con su éxito No tengo dinero”.
“En México había una disquera que tenía un disco gigante y ahí aparecían los hits musicales que estaban pegando; ahí estaba Juan Gabriel en primero y nosotros en cuarto, ya no subimos más, pues no pudimos tirar a Juan Gabriel”.
La historia de la canción Vida se remonta a su época de estudiante en la secundaria nocturna Gabino Barreda: “Ahí conocí a Rogelio Rosas que venía del Estado de México y estudiaba en otro grupo, tenía su guitarra y cantaba muy bonito, nos hicimos cuates y me obsequió la canción”.
Y así fueron muchos los momentos vividos gracias a una canción. Memo recuerda cuando una vez grabando un nuevo disco llegó a saludarlos el cantante argentino Sandro de América.
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