Las peleas de gallos en México son toda una tradición que se remonta a los inicios del siglo XVI, como una actividad para el entretenimiento y sociabilización, la cual ha ido avanzando a lo largo de los años y de igual forma ha evolucionado hasta nuestros tiempos.
En el estado de Morelos, los fines de semana son ocupados por los amantes de esta práctica para llevar a cabo “torneos” entre estas especies de animales.
Dentro de la “Gallo-Cultura”, como sus amantes le llaman, no todo es “color de rosa”, pues la actividad ha sido señalada históricamente por cometer crueldad hacia los animales, además de que ha sido marcada como lugares que no son seguros, luego de que se han registrado algunos hechos de violencia al interior de estos, en peleas que se consideran clandestinas.
El Sol de Cuernavaca tuvo acceso a una de las peleas de gallos que se realizan en Cuernavaca. Platicamos con Gaudencio Pérez López, gallero en la capital del estado con más de 27 años de historia dentro de la “Gallo-Cultura” y miembro de la Selección Nacional de Aves de Criadores de Combate (SNCAC).
Pérez López indicó que la intención es preservar esta tradición de más de 500 años, y que ahora a él le toca pasar a los más jóvenes, es decir, las generaciones que vienen detrás, tal como se lo inculcaron desde pequeño.
“Es toda una tradición y yo todo lo que busco es tratar de que se siga enseñando a la niñez que no es la idea que se tiene del gallero, somos personas que trabajamos, personas preparadas, no somos rufianes, somos personas que tenemos un buen oficio… es inculcarle a los jóvenes que deben entretenerse en un buen hobby, que no se orillen a otras cosas”, agregó.
Tener un gallo de pelea no es nada sencillo, primero, para obtenerlos, se necesita escoger a los progenitores para esperar que salgan pollos que cumplan con el perfil de peleadores, pues de una parvada de diez, puede salir uno que sea destinado para pelear; posteriormente, alimentarlo adecuadamente y entrenarlo, cual atleta, explica el gallero.
Los costos de los gallos varían, hay de todos los precios, y van desde 500 pesos, pero pueden alcanzar hasta los 100 mil pesos, todo varía dependiendo de las razas.
Cuestionado sobre la prohibición de estas prácticas, mencionó:
“No es posible que si tenemos 500 años de tradición, que en cinco meses o en cinco años se quiera acabar con ella. Y el problema no es que se quiera terminar con la tradición, el problema es qué va a pasar con toda la gente que está involucrada en esto; no es solo que se diga pues yo quiero que se cancele esto, está bien que no quieran las cosas, pero, ¿qué proponen? Hay que proponer algo, hay que ser productivos, analíticos, no nada más se cierra a esto”.
Destacó que piden respeto a esta actividad que consideran una antigua tradición, pero que además no va en detrimento de nadie, ello al referir que hacen más daño otros grupos de personas (delincuentes), que quienes se dedican a los gallos y hacen inversiones en ello.
¿Cómo se realizan las peleas de gallos?
Otro gallero, Martín Ramírez Zetina, integrante de la SNCAC, mencionó que dentro de los cambios más significativos que ahora se aplican en las peleas está el denominado “cotejo”, el cual se implementó hace cerca de dos años y en el cual, los gallos combatientes deben tener el mismo peso o apenas una diferencia de 80 gramos para poder tener un enfrentamiento entre, sí, algo más o menos como con los boxeadores.
“Esto del cotejo es nuevo apenas, son pesos diferentes y ya lo cotejamos por computadora nosotros aquí, la diferencia tiene que ser nada más de 80 gramos para que los gallos puedan combatir entre ellos, como los boxeadores, más o menos”, explicó.
En el torneo donde estuvo presente El Sol de Cuernavaca hubo ocho grupos o equipos y cada uno llevó a cuatro gallos y el que gane más peleas se lleva el premio.
Las condiciones para participar varían, explicó Martín, en este sitio la entrada fue de 10 mil y la apuesta es de mil por pelea, los asistentes pueden invertir en estas apuestas, y un mediador corrobora que se lleve a cabo el proceso de manera correcta y al final éste se lleva el 10 por ciento de las apuestas.
En Morelos hay un sinfín de equipos que se han nombrado conforme al distintivo que más les parece, entre estos están: “La Providencia”, “Cuernavaca Hass”, “Copales”, “El Mojado”, solo por nombrar algunos, explicó Martín.
“Se ponen sus nombres ellos mismos por el gusto nada más que ellos tienen, se ponen el nombre de sus hijos, o el nombre de su rancho o así”, y agregó: “Se puede decir que esto es una tradición, pues las tradiciones mueven a un pueblo, es el alma de un pueblo”.
Cuestionado sobre la imagen que se les ha dado a las peleas de gallos, respondió:
“Yo llevo 25 años en este ambiente y la verdad, aunque no me crean, a mí no me ha tocado ninguna pelea así fea. Los periódicos, las películas, hacen que la gente piense que hay muertes, que hay todo eso, yo no digo que no exista, pero no me ha tocado a mí gracias a Dios, y pues es muy raro que se peleen, pelean los gallos, pero no pelea la gente”, mencionó.
En Morelos las peleas no son ilegales, pero deben cumplir con ciertos permisos
Las peleas de gallos en Morelos no son ilegales, claro si se siguen los protocolos correspondientes, pues para estar en regla, de principio, un gallero debe estar debidamente registrado ante el Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria).
Además, realizar peleas conlleva una serie de requisitos que marca la dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, pues es una actividad en la cual se realizan apuestas. Por lo que será esta dependencia federal la que brinde la autorización correspondiente.
Entre los requisitos se encuentra que el solicitante no debió ser sujeto de algún proceso judicial ni condenado por delito doloso de índole patrimonial, fiscal, ni relacionado con la delincuencia organizada o de operaciones con recursos de procedencia ilícita, ni declarado en concurso.
Asimismo, debe contar con el reglamento de operación del establecimiento y del evento, y finalmente acreditar que cuenta con la opinión favorable de la entidad federativa, ayuntamiento o autoridad delegacional que corresponda para la instalación del palenque cuyo permiso se solicita.
Entre otros requisitos más. Sin embargo, para ahorrarse tiempo y trámites burocráticos hay quienes se brincan todos estos pasos y realizan los eventos bajo el marco de la ilegalidad, es decir, en peleas clandestinas.
En junio del año 2022 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró como inconstitucional el que se considere a las peleas de gallos como “Patrimonio Cultural e Inmaterial” en México. Lo cual no las prohibió, pero sí determina que la máxima corte del país no protegerá esta actividad si uno o varios estados deciden prohibirla.
En el Estado de Morelos, la Ley Estatal de Fauna establece lo siguiente:
“El artículo 12 prohíbe azuzar animales para que se acometan entre ellos y hacer de las peleas así provocadas, espectáculo público o privado, con excepción de las peleas de gallos, las que quedan sujetas a los reglamentos y disposiciones establecidos”.
Dos asesinatos se registraron en 2023 en peleas de gallos
En la entidad se han registrado dos hechos delictivos en eventos que se consideran clandestinos.
La madrugada del sábado 22 de abril del presente año, en la colonia Campo Sotelo del municipio de Temixco, un grupo armado irrumpió en un palenque clandestino en el que se realizaba esta actividad, mató a un hombre y lesionó a por lo menos dos personas más.
Asimismo, las autoridades localizaron una granada, la cual no explotó. Los efectivos de seguridad tuvieron que evacuar a por lo menos 200 vecinos de la zona, ante el riesgo que representaba.
Un mes antes, la noche del 25 de marzo, en el municipio de Tlaquiltenango al sur de Morelos, un comando armado ingresó al recinto donde se realizaban peleas de gallos clandestinas y atacó a cuatro personas. El saldo fue de un hombre sin vida y tres más heridos que tuvieron que ser trasladados para su atención médica.