Desde el 16 de febrero de este año Rubén García Castillo se convirtió en el primer policía vial en silla de ruedas que vigila el tránsito en el municipio de Zacatepec. A veces está en las entradas del mercado y otras en las del DIF de esa localidad.
A los 24 años sufrió un accidente que le provocó discapacidad en las extremidades inferiores, con la cual, dice, aprendió a vivir durante 25 años. Sobre la calle Morelos y bajo los inclementes rayos del sol, el oficial se desplaza en su silla de ruedas y se apoya con una paleta cuya leyenda dice “alto”.
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Cuenta que su condición física no ha sido ni representado un impedimento para que él pueda trabajar, pues además confiesa que tiene necesidades que debe satisfacer y eso es lo que lo impulsa a buscar el pan de cada día.
Originario de Xoxocotla, Rubén se siente muy agradecido con la oportunidad que le dieron en Zacatepec, donde es parte de un proyecto de inclusión laboral de personas con discapacidad.
De hecho, en ese municipio cañero el regidor de la Comisión de Bienestar Social, su tocayo Rubén Navarro, también se desplaza en sillas de ruedas y actualmente es el dirigente en Morelos del Movimiento Vida Independiente, al que también pertenece como miembro activo de esa fundación.
Explica que en el proyecto participa el Instituto Tecnológico de Zacatepec y la fundación Vida Independiente, quienes presentaron la propuesta al alcalde José Luis Maya Torres, que vio con buenos ojos la idea de contar con un policía vial en silla de ruedas, sobre todo para apoyarlo en un trabajo digno.
“No es que sea valiente para atravesarme, es que ese es mi trabajo, poner el alto a los automovilistas. Acá y en todos los municipios cuando ven que el peatón quiere pasar hasta aceleran y mi trabajo es intervenir. Me proporcionaron esta paletilla que significa alto y ya soy más visible”.
Agrega: “Tenemos que darle la atención a la ciudadanía, la gente tiene que pasar, porque no puede estar ahí hasta que algún automovilista les ceda el paso, para eso estamos, por eso somos Policía Vial”, expresa, orgulloso del uniforme que porta.
Finalmente, Rubén aclara que trabaja en igualdad de condiciones que sus compañeros e incluso en los mismos horarios o de acuerdo a los turnos, solo espera que en otros municipios puedan darles a otras personas las mismas oportunidades que le dieron a él.
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