Bienvenidos sean todos al año 2023, que nos recibe andando con la definición de la nueva
presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Más allá del chismesote de la ministra
Esquivel, que ya caducó, hay a nivel nacional como estatal varios eventos de los cuales tenemos
que estar pendientes. No porque podamos hacer mucho al respecto, sino más bien porque serán
los temas de conversación en las sobremesas del año y hay que ir a la guerra con fusil.
A nivel nacional empezamos con prisa en la Corte, pero hay otros eventos iguales o de mayor
relevancia para el país. Empezando por la cumbre internacional entre México, Estados Unidos y
Canadá que traerá a Biden y Trudeau a la Ciudad de México la próxima semana, una
oportunidad de oro para que AMLO rompa con la tensión provocadas por la negociación del T-
MEC con declaraciones que seguramente polarizaran la opinión pública.
Este también será el año en que se nombren cuatro nuevos consejeros del INE, entre ellos quien
tomará el lugar de Lorenzo Córdova. Oportunidad de oro que la 4T intentará aprovechar para
poner incondicionales de Andrés en puestos clave para el balance constitucional del poder, y
cobrar venganza de su fallida propuesta de reforma el año pasado. También se elegirá a dos
nuevos integrantes del INAI. Designaciones todas que diseñan el balance institucional de lo que
queda de este sexenio y el próximo.
A mediados de año, se llevarán a cabo las elecciones de gobernador en Estado de México y
Coahuila. Eventos también de suma importancia política, que actualizarán la perspectiva rumbo a
la elección presidencial del 2024. Por cierto, también hacia final del año tendremos claridad
extraoficial de quienes serán los candidatos a la Presidencia el siguiente año. Para terminar con la
proyección nacional, el gobierno federal tiene planeado inaugurar la refinería de Dos Bocas, el
Tren Maya, el Tren Toluca- CDMX, el Parque Aztlán (antes Feria de Chapultepec), Cablebus
Línea 3 y la renovación de la línea 1 del Metro, los últimos tres en la CDMX. Pobre López se la
va a pasar en campaña, digo, de viaje. Todo eso además de las peleas internas en los partidos
como el PRI, que irán perfilando las candidaturas hacia la alianza del siguiente año y las
sorpresas que nos llevemos será de lo que hablemos en el país.
En cuanto a nuestro querido Estado de Morelos, no nos quedaremos atrás en cuanto a temas de
chisme. Si bien no tendremos obra pública de la que platicar, si habrá mucho teatro político,
empezando por la definición de los recursos jurídicos en la pelea por el presupuesto y la ESAF
entre el Congreso y el Gobierno del Estado, además de la competencia interna de MORENA por
la candidatura a Gobernador para el 24 que tapizará las ciudades de espectaculares con flores y
rubios caballeros presumiendo trabajo de forma, pero no de fondo. Mientras tanto, los que no
tienen tanto presupuesto público estarán ocupados armando la alianza entre PAN, PRI, PRD y a
ver qué partido de los relativamente nuevos se cuela ahí.
En fin, este año se antoja como uno de mucho chisme, mucha polarización, mucho gasto y pocas
soluciones a los problemas reales. Pero, ya en serio, esas soluciones nos toca a nosotros
plantearlas y, en la medida de lo posible, involucrarlas en la toma de decisiones de esos
candidatos. Si podemos hacer algo al respecto y ahora es cuando empezar a hacerlo, no el día de
la elección. Este sexenio ya se está acabando, y si queremos que algo salga diferente para el
próximo, es momento de empezar a hacerlo. De lo contrario, seguiremos teniendo los mismos
resultados. #MenosFutMásPlan.