Los cuerpos de tres de los cinco jóvenes que fueron asesinados presuntamente por la Sedena en Nuevo Laredo, al norte de Tamaulipas, fueron sepultados por sus familiares y amigos.
Se trata de Gustavo Pérez Benítez y Jonathan Aguilar Sánchez, ambos enterrados en el panteón Jardín de Los Ángeles en Nuevo Laredo este miércoles 1 de marzo donde familiares portaron playeras con sus rostros para exigir justicia.
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En el caso de Gustavo Ángel Suárez, quien contaba con la nacionalidad estadounidense, fue sepultado la tarde-noche del martes 28 de febrero en el municipio de Hidalgo, en Coahuila.
Este jueves 2 de marzo se espera que se proceda a las exequias de las otras dos víctimas de este hecho registrado el pasado domingo, cuando la camioneta Silverado en la que viajaban fue baleada por elementos del Ejército Mexicano.
El presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos Vázquez, indicó que se ha realizado el acompañamiento a las familias para los procesos de inhumación como para los trámites legales.
“Se han presentado cuatro querellas por cada fallecido y están pendientes dos más que hoy se presentarán”, dijo este miércoles en entrevista en el panteón donde se sepultaron a los dos varones originarios de Nuevo Laredo que perdieron la vida en la masacre.
“Quiero pedirles respeto para las familias por su dolor; hay muchos medios interesados en entrevistarlos, pero ni nosotros nos hemos atrevido a hablar con ellos, es algo muy doloroso”, indicó.
EU podría tomar medidad legales
Ramos aseguró que respecto al joven de nacionalidad estadounidense fallecido en este ataque de militares del Ejército Mexicano no han sido notificados de alguna acción legal emprendida por este país.
“No tenemos conocimiento que la autoridad de Estados Unidos vaya a hacer una acción legal -contra los militares-, nosotros con autorización de sus familiares hemos presentado la querella en el ministerio público y corresponde al ministerio público investigar”, dijo.
Esta mañana el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a este ataque de militares contra la camioneta en la que viajaban siete jóvenes, de los que cinco murieron, uno está grave y otro resultó ileso.
“Conozco el caso, se nos informó en el gabinete de seguridad y a propuesta del secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, se pidió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se investigue el caso”, dijo.
“Incluso las autoridades militares ya están también coadyuvando en la investigación para que si resultan responsables los miembros del ejército sean castigados”, informó en la conferencia matutina de este miércoles.
Familiares y amigos ya han sepultado a tres de los cinco jóvenes asesinados en Nuevo Laredo, ahora esperan que las averiguaciones avancen y se sancione a el o los responsables.
Publicado en El Sol de Tampico