En Morelos, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2020, el 71% de los habitantes profesan el credo católico, es decir, un millón 399 mil 779 personas aceptaron pertenecer al catolicismo.
El vicario general de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, mencionó que hasta hace una década la feligresía era mayor, pero en la última ésta disminuyó cerca del 7% pese a ello sigue siendo la religión más preponderante en la entidad federativa.
Aseguró que Morelos se ha caracterizado por ser una diócesis activa. Actualmente, la diócesis se encuentra en la elaboración del plan diocesano pastoral, es decir, que la diócesis como jerarquía eclesiástica está preocupada por la formación de los feligreses, para que la evangelización llegue a más personas.
“Siempre la iglesia diocesana está preocupada para que nuestros feligreses sean formados y que ellos mismos busquen la formación cristiana, para que sepan el porqué son católicos, porqué son de esta religión y no de otra; sin embargo, también sabemos que la realidad de las cosas, a veces la idiosincrasia, a veces la falta de oportunidades, y la falta del tiempo para este tipo de formación, hace que muchos de estos católicos no se vean formados, y eso provoca que abandonen las filas católicas”, explicó el vicario.
A pesar de que algunos de los católicos sean “de ocasión” y no tengan una formación eclesiástica, lo cierto es que las fiestas de la iglesia no pierden el acompañamiento de los creyentes.
Las fiestas patronales, mejor conocidas como la religiosidad popular, son parte esencial de la Iglesia. Cada parroquia tiene un santo patrono a quién se le rinde esa veneración, ya sea un Misterio de Cristo, Cristo mismo, Dios o la adoración, la Virgen María o los Santos.
La Catedral de Cuernavaca está consagrada a la Asunción de María, es por ello que una de las fiestas más importantes es el 15 de agosto.
Sin embargo, a nivel diocesano, es decir en todas las parroquias, el vicario mencionó que la celebración más importante es la Cuaresma puesto que se celebra a los Cristos Sufrientes; para ello, en Morelos se realizan diferentes actividades.
El primer viernes de cuaresma se celebra en el municipio de Jiutepec al Señor de la Columna; en el segundo viernes al Señor del Pueblo en Cuautla; el tercero al Señor de Tepalcingo, en el municipio del mismo nombre; y, el último viernes de cuaresma, se acompaña al Señor del Calvario, en La Loma, municipio de Mazatepec.
Para la diócesis de Cuernavaca. que encabeza Monseñor Ramón Castro Castro desde el 15 de mayo del 2013, el Papa es cabeza de la iglesia. Simboliza a San Pedro, y quien ocupe ese lugar será respetado y admirado por quienes profesan la fe católica.
“Para nosotros es la cabeza visible de la iglesia, porque la cabeza es Cristo, pero el Papa es el vicario de Cristo, el Papa es la cabeza de todo católico, y para nuestra diócesis representa algo muy importante”, explicó el vicario Toral Nájera.
Mencionó que la relación que hay entre la iglesia morelense y el Papa Francisco, es cercana, ya que el obispo de la diócesis de Cuernavaca, es también secretario general de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), organismo que integra y representa a los obispos mexicanos y que mantiene esta interlocución con la santa sede: Roma.
“Un secretario general del Episcopado se elige entre sus obispos cada tres años; para la diócesis de Cuernavaca ha significado algo muy importante que nuestro obispo sea secretario general de la CEM, al mismo tiempo ha hecho cabeza en nuestra diócesis, es una voz profética, también el ser secretario es tener la voz de los obispos”, concluyó el vicario Toral Nájera.
De hecho, antes de iniciar la cuaresma, los obispos integrantes del Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano acudieron a Roma en donde celebraron la Misa del Miércoles de Ceniza.
En este viaje, el obispo de Cuernavaca compartió un encuentro con el Papa Francisco, en el que, como vocero, llevó el sentir no solo de Morelos, sino del pueblo mexicano.
A través de sus redes sociales, el pasado 22 de febrero compartió: “Hemos iniciado una serie de encuentros en la ciudad de Roma, como parte de la visita Ad Limina Apostolorum, también celebramos la Misa de Ceniza en la capilla de Guadalupe a un costado de la tumba de San Pedro. ¡Deo Gratias!”.