La polarización de las posiciones políticas y de gobierno de los detractores de Andrés Manuel está encubierta por todos estos subterfugios respecto al Instituto Nacional Electoral que el próximo domingo en la Ciudad de México y en más de 30 provincias habrá, dicen los organizadores, manifestaciones multitudinarias, para que no haya ningún cambio al Instituto Nacional Electoral.
Mentiras completas o verdades a medias son el común denominador de quienes participan en estas arengas. Los conflictos están a la orden. Unos argumentan, por ejemplo los del INE, que las cantidades multimillonarias que solicitan son el mejor garante para la democracia mexicana. Otros, los detractores de ésto atacan y afirman que el INE está derrochando y desperdiciando recursos y sobre todo que tiene una vinculación con los partidos políticos, quienes en realidad son beneficiarios de todos los fondos, incluso de quienes somos causantes cautivos en los impuestos, porque con nuestro dinero les pagan a los políticos, les dan los recursos, hacen su política y hemos visto, y es del dominio público, que lo único que hay son enriquecimientos ilícitos, ilegítimos, pagos al mejor postor desde el punto de vista político, que desafortunadamente proliferan en todo el país.
La contienda presidencial del 2024 está conflictiva. “Caliente”. Confusa. Exagerada. Se pretende por quienes competirán, unos sostener la Cuarta Transformación; otros que regresen los viejos regímenes de gobierno; sea como fuere estamos en presencia de un verdadero conflicto, no es la marcha del próximo domingo, ni los recursos, ni la forma en que el INE administra o que el presidente con su personal estilo de gobernar haya iniciado ya la auscultación para que se exhiban quienes tengan interés de sucederlo y sobre todo que lo hagan correctamente.
Para nosotros lo fundamental, y no hay que perder de vista que lo que está en juego es la presidencia del 2024. La forma en que el pueblo está reaccionando para hacer realidad la democracia y sobre todo el sufragio efectivo y no reelección.
Nosotros como politólogos autodidactas y sabiendo lo que ocurre paso a paso en México y en el mundo político, afirmamos que es un conflicto encubierto, aparente, una lucha entre el Presidente López Obrador y Lorenzo Córdova, quienes representan intereses antagónicos y diferentes, por ello pensé que era conveniente hoy dedicar esta columna nuestra, democracia mexicana, a la temática señalada.
También es importante reiterar que falta un buen tiempo para que se nomine a los candidatos, y ya, por ejemplo Monreal, encubriendo su realidad, anunció que en diciembre se va de MORENA, y desde nuestra perspectiva pensamos que se irá al viejo partido Convergencia, llamado después Movimiento Ciudadano y que hoy sigue usufructuando su Presidente.
Es fundamental en estas reflexiones que podamos llegar a conclusiones que favorezcan a México y a los mexicanos, porque si nosotros también nos embarcamos en esta serie de improperios, calificativos, expresiones peyorativas, sin ninguna consideración propia ni a los demás, estaremos condenados al fracaso, por eso hemos decidido en esta colaboración de este día, poder señalar que en realidad el conflicto entre el INE, sus miembros, el pueblo, y el propio Presidente López Obrador, es sólo un barniz, un pretexto, una razón, para decir que en realidad lo que va a ocurrir es que gane quien gane se reforma el INE, y lo que subyace en el fondo es quién va a ser el candidato o la candidata, tanto de MORENA como de los demás partidos, y sobre todo porque ya hay la vieja experiencia que recientemente pasó en las elecciones de la mitad del sexenio donde en la Ciudad de México, MORENA perdió varias alcaldías.
Es importante reiterar a nuestros distinguidos lectores que será profiláctico e importante hacer a un lado los intereses partidistas y personales, en este caso los del INE y quienes lo atacan, quienes lo vituperan y quienes lo elogian, para que esto tenga una realidad y sobre todo se apunte a una solución, que tanto hace falta, porque en realidad muchas de las acciones y las actividades son falsas y no se llega a algo concreto.
Conclusiones
Primera: La manera en que se presenta la marcha del INE el domingo y cómo se expresan los detractores de ella, da por resultado que no haya congruencia en unos ni en otros.
Segunda: La posibilidad de que se vislumbre la verdad, y en el evento del próximo domingo sea transparente, que lo que está en juego es la lucha por la presidencia de la República en el año 2024.
Tercera: Desde la perspectiva de quien esto escribe, es tiempo ya de dejar de llorar, de quejarse, de lastimar, de ofender al Presidente de la República, porque en realidad quienes lo hacen tienen intereses aviesos, perversos y personales.
Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com