Después de 48 horas de que este artículo esté circulando en línea; es decir el 2 de enero del año 2023, habrá sido electo o electa quien ocupe el cargo de Presidente o Presidenta de la Suprema Corte por los próximos cuatro años. Para Democracia Mexicana, el perfil, el oficio, la esencia, el quid, el Know how, el mejor Presidente de la Suprema Corte será quien tenga perfil político, que piense como tal, que haya dedicado la mayor parte de su vida a la ciencia política, que requerirá sensibilidad de inteligencia para mantener la continuidad con Andrés Manuel López Obrador en cuanto a la Cuarta Transformación; empero, sin subordinación; esto es muy importante para salvaguardar la autonomía del Poder Judicial Federal.
También se requiere el oficio político y mantener una relación institucional, además de que con el Ejecutivo sea con el Legislativo; sobre todo considerando que hacer leyes, dar las bases, las líneas, tanto a la Cámara de Diputados como a la de Senadores es fundamental, sobre todo porque vamos a entrar en una resbaladilla política en cuanto a la elección importante de Coahuila y el Estado de México el año próximo; pero como antesala y más trascendente para las elecciones de junio del 2024.
Frente a estas perspectivas y ese perfil institucional y político de los cinco actuales, es evidente que los que han sido de vocación de Peña Nieto difícil será que lleguen a la presidencia, lo que obviamente descarta a dos de ellos, por eso quedan en la batalla Mossa, esposa de Riobóo, quien ha tenido una relación cercana con Andrés Manuel por cuestiones de obras del gobierno, esto evidentemente ubica en una posición de subordinación que puede ser muy peligrosa.
Igualmente tienen las alternativas a pesar de lo ocurrido con la tesis, porque finalmente ya se ha dicho que en realidad Mossa inició los estudios en el año 1985 y que a ella fue a la que se le plagió, se tardó en recibirse y le ganó la otra persona, pero ahí están los documentos y la información; seguramente que los demás ministros, los que van a votar, tienen que emitir seis votos en favor de quién de los cinco aspirantes debe ser el próximo Presidente.
Mención aparte tienen primero Hernández Piña, que realmente si tiene una carrera judicial y que probablemente si hablamos de género y que fuera una mujer la Presidenta de la Corte, esto se resolvería entre Mossa y Piña.
Frente a esto evidentemente hemos descartado a Laynez y a Pérez Dayán por razones obvias de sus orígenes, pero por otro lado pensamos que Alfredo Gutiérrez con el agregado Ortiz Mena podría, atendiendo a como ha llevado su trabajo durante los años de que fue designado, con equilibrio y probablemente sería el hombre, en caso de que no sean electas ni Mossa ni Piña, quien ocuparía la Suprema Corte.
CONCLUSIONES
Primera: Reiteramos que perfil, pensar, dormir, despertar como político es fundamental para quien ocupe el cargo de Presidente de la Suprema Corte.
Segunda: La reiteración es, haga lo que se haga, la relación institucional debe basarse fundamentalmente en el ejercicio del oficio político, sobre todo para cuidar la autonomía del Poder Judicial.
Tercera: Evidentemente que es fundamental la vinculación que se asuma con el titular del Poder Ejecutivo Federal y sobre todo porque se buscará la continuidad de la Cuarta Transformación, y sobre todo del programa de gobierno y todo lo que ha hecho Andrés Manuel.
Cuarta: La misma hipótesis debe de manejarse con el Poder Legislativo en cuanto a la relación institucional, porque ahí se van a enfrentar al problema de Monreal, que finalmente deshoja la margarita, y dice “me voy me quedo, me quedo me voy” y finalmente metafóricamente ya “lo fueron”, lo que es evidente.
Quinta: La misma Cámara de Diputados, que será fundamental para lo que ocurra en el año 2024 en cuanto a las elecciones, porque viene la nueva Cámara y lo mismo con la de los Senadores; y finalmente hay que considerar cuántos aspirantes van a haber a la Presidencia de la República de los diferentes tiradores, como los del PRI, los del PAN, los del PRD, los del antiguo partido de Convergencia, hoy llamado Movimiento Ciudadano, y todo lo demás.
Sexta: Comentaremos nuevamente en la próxima semana si tuvimos o no razón, en cuanto a quien ocupará la Presidencia de la Suprema Corte por los próximos cuatro años del 2023 al 2027.
Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com