A pesar de la recesión económica que experimentó México y el mundo en los últimos dos años debido a la pandemia por la Covid-19 y el impacto que la crisis de salud generó en la economía, en el mercado de los teléfonos inteligentes tuvo un efecto distinto, pues estos dispositivos, en el ámbito de las actividades no presenciales, pasaron a formar parte indispensable en la vida de trabajadores, padres de familia y estudiantes. Tanto así que la adquisición de smartphones ha ido al alza.
El más reciente informe de la firma de consultoría estratégica The Competitive Intelligence Unit (The CIU) da a conocer que, al cierre del segundo trimestre de 2022, el mercado de teléfonos inteligentes en México registró 126.9 millones de equipos activos, lo que representa un incremento anual aproximado de 30 millones de nuevos equipos. Esta suma se traduce en una generación de ingresos de más de 125 millones de pesos por equipos comprados al año.
“A partir de esta circunstancia, una proporción significativa de usuarios adquirieron nuevos dispositivos. Incluso, cuando el país se encontraba sumido en números recesivos, el gasto promedio por la compra de un dispositivo incrementó”, dice The CIU.
El informe agrega que los mexicanos pasaron de gastar un promedio de tres mil 875 pesos al comprar un teléfono al inicio de la pandemia a cuatro mil 297 pesos hacia el segundo trimestre de este año, lo que equivale a un 10.9 por ciento más en el desembolso.
Pero el incremento en el número de equipos adquiridos y en el desembolso mayor al comparar un teléfono inteligente no necesariamente responden a un proceso de recuperación económica ni mucho menos. De hecho, The CIU destaca el papel que han jugado los establecimientos que ofrecen financiamientos a sus clientes, con mayores facilidades en lo inmediato para hacerse de un teléfono nuevo.
¿Dónde compran sus teléfonos los mexicanos?
Si bien los usuarios mexicanos siguen optando por comprar sus teléfonos en las tiendas oficiales de los operadores, dicha preferencia disminuyó en el segundo trimestre del año: mientras que, en el primer trimestre, el 60.2 por ciento de los clientes acudieron con su proveedor de servicios, en el segundo trimestre la razón disminuyó a un 50.1 por ciento. Por otra parte, espacios como las tiendas departamentales, de autoservicio, de conveniencia e internet recibieron a los usuarios que optaron por otros canales de venta.