Algo muy grave está pasando en el Instituto de la Educación Básica. Las inconformidades de docentes y padres de familia que se han manifestado en los últimos días por las pésimas condiciones de los planteles, y los conflictos laborales parecen agravarse. La capacidad de atención de los funcionarios del IEBEM, que nunca ha sido virtuosa, se ha vuelto un problema mayor para el magisterio, los padres de familia, y con ello pone en peligro la ya bastante deficiente calidad del servicio educativo en el estado.
Las escenas de un Eliacín Salgado “secuestrado” por maestros en el IEBEM, de padres de familia bloqueando el Paso Exprés o las calles exigiendo que el instituto intervenga, y de múltiples protestas en torno a las condiciones bajo las que trabaja el personal de educación básica en Morelos, llaman la atención, primero sobre el enorme descuido en el área. Parte de ello se podría explicar con tras imágenes del director del IEBEM haciendo labores partidistas para el grupo de Ulises Bravo en Morena Morelos, pero esa sería una explicación simplista, Eliacín Salgado no puede atender en solitario todos los problemas de las casi dos mil escuelas, y los más de 24 mil trabajadores de la educación en Morelos.
Los conflictos en los planteles son típicos durante los meses de agosto y septiembre, es decir, el período de inicio de ciclo escolar. Las fallas en la organización de un sistema tan complejo se muestran en las últimas semanas del receso escolar y las primeras de cada nuevo año lectivo. La autoridad atiende esos problemas y se resuelven o se llega a los acuerdos suficientes para dar viabilidad a cada curso. Eso ocurre en condiciones normales cada ciclo escolar y ya para los últimos días de septiembre no hay asuntos que comprometan la normalidad del ciclo escolar salvo rarísimas excepciones relacionadas más con catástrofes que afectan a planteles aislados.
La anormalidad que significa tener tantas escuelas en conflicto a estas alturas del ciclo escolar es preocupante y merece ser analizada a profundidad. Las oficinas del IEBEM tienen dos usuarios principales, los trabajadores de la educación y los alumnos y padres de familia. La atención solía concentrarse en los trabajadores y en algunas administraciones se ocupaba también de la relación con los padres de familia. Actualmente, pareciera que la atención es deficiente sin distingos.
Cuando se pregunta a los maestros lo que pasa en el IEBEM, las respuestas van hacia la prepotencia y soberbia de algunos funcionarios, la ineptitud de muchos otros y la incapacidad de muchos más. Y aunque desde el oficialismo se trata de ocultar la colección de fallas en las estructuras burocráticas altas de la educación en Morelos, los docentes tienen muy claro: lo que está fallando es el IEBEM.
El Secretario de Educación no suele intervenir en asuntos del nivel básico, para eso tiene un organismo público descentralizado, el más grande del estado. Este martes, sin embargo, Luis Arturo Cornejo tuvo que acudir a las oficinas del IEBEM para hablar con maestros de Xoxocotla, los que habían “secuestrado” a Eliacín Salgado, para hacerse cargo del diálogo, uno que no llegó muy lejos, por cierto porque sólo acordaron que seguirán dialogando.
La entrada a escena urgente de Cornejo, deriva de las omisiones de sus subalternos. Esas omisiones mantienen a una escuela en Xoxocotla sin clases dadas las protestas de los padres de familia y su enfrentamiento con los docentes. Xoxocotla, por cierto, no es Cuernavaca o Jiutepec, donde los asuntos se pueden resolver de forma muy simple y se pasa a otra cosa. En el municipio indígena, cualquier diferencia puede convertirse en un pleito de años que provoque inestabilidad política y comprometa la gobernabilidad que se sostiene con alfileres.
Urge una limpia en el IEBEM, dicen los docentes y administrativos de nivel básico, hasta ahora, todos los hechos que ocurren en jardines de niños, primarias y secundarias, parecen darles la razón.
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