La guerra en Ucrania y la apertura comercial de China centrarán este martes el arranque del foro de Davos, que reúne cada año en Suiza a la élite económica y política mundial, y donde también se abordará la “nueva la hoja de ruta” en Brasil.
Casi un año después de la invasión rusa de Ucrania y pocos días después del bombardeo de un edificio residencial que dejó al menos 40 muertos, la guerra estará muy presente, con una importante delegación ucraniana en la estación de esquí suiza y una intervención a distancia del presidente Volodimir Zelenski.
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Rusia sigue totalmente ausente de este foro –que durante años acogió de brazos abiertos a sus oligarcas– pero se espera una importante presencia china tras el fin de las estrictas restricciones sanitarias de Pekín por el Covid.
Es muy esperado el discurso el martes del vice primer ministro Liu He, que dirigió las negociaciones durante la guerra comercial con Estados Unidos, y podría ahora relanzar la apertura comercial del gigante asiático al mundo.
“En un momento en que necesitamos más cooperación internacional en múltiples frentes, nos enfrentamos al espectro de una nueva Guerra Fría que podría ver el mundo fragmentado en bloques económicos rivales”, advirtió el lunes en un blog la secretaria general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Brasil también estará en el centro de los debates del martes, con una sesión llamada “Una nueva hoja de ruta para Brasil”, con la presencia del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y la de Medio Ambiente, Marina Silva.
Ambos están en Davos para representar al gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y buscar inversiones, en un contexto delicado para el gigante latinoamericano tras el asalto de miles de personas a las sedes de los tres poderes del Estado brasileño en Brasilia.
La deforestación en el punto de mira
Latinoamérica vuelve a tener protagonismo en Davos con la presencia de los presidentes de Colombia, Ecuador y Costa Rica, además de representantes de Perú y República Dominicana, entre otros países de la región.
Preocupa sobretodo el futuro de la Amazonía, donde jóvenes activistas como Helena Gualinga, conocida como la “Greta Thunberg de Ecuador” y que también está este año en Davos, luchan contra la deforestación y por la defensa de sus comunidades.
Greenpeace denunció de nuevo la “hipocresía” de las élites mundiales, que acuden a Davos para hablar del clima pero en jet privado: en la edición del año pasado hasta 500 vuelos de aviones privados fueron registrados con salida o llegada en aeropuertos cercanos a la estación de esquí, según un estudio encargado por la organización a la consultora holandesa CE Delft.
Por su parte la oenegé Oxfam pidió, coincidiendo con el arranque del foro, reducir el número de multimillonarios a la mitad de aquí a 2030 subiendo impuestos y aplicando políticas para hacer un mundo más igualitario
“Cada multimillonario representa un fracaso de las políticas públicas”, dijo Oxfam el lunes en un informe que aboga incluso por “abolir por completo” los multimillonarios.
El foro mundial, que se celebra desde 1971 y simboliza para muchos de los excesos del capitalismo globalizado, estará vigilado por aviones militares y 5 mil soldados para custodiar a los cerca de 2 mil500 participantes, según datos del gobierno suizo.