ACAPULCO. Padres de familia de alumnos de escuelas de Tierra Caliente de Guerrero rechazaron la aplicación a sus hijos de la vacuna Pfizer pediátrica contra Covid-19, luego de que personal médico de Ciudad Altamirano reportó un lote de dosis que había caducado desde noviembre y que iba a ser utilizado en los menores.
La Secretaría de Salud de Guerrero publicó un comunicado donde indica que las vacunas sí pueden ser administradas a los niños de cinco a 11 años aunque presenten fecha de caducidad vencida, pues de acuerdo con los estándares de calidad internacionales de la farmacéutica Pfizer y de la evaluación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) la vida útil del antígeno vence el 28 de febrero.
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La explicación no convenció a los padres de familia de estudiantes del municipio Ciudad Altamirano, a los que se sumaron los de Arcelia, San Miguel Totolapan y Teloloapan, quienes mantienen el rechazo a que sus hijos sean inoculados con este biológico por existir el riesgo de que se presenten cuadros de reacciones alérgicas.
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Todo este malestar ocurrió a raíz de que el pasado miércoles, médicos y enfermeras de la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Centro de Salud de Ciudad Altamirano reportaron un lote de vacunas pediátricas Pfizer que había caducado desde noviembre, por lo que se negaron a suministrarlas a los menores.
El pasado jueves, el director técnico de la Estrategia Nacional de Vacunación, Ruy López Rodaura, explicó que no había ningún problema con la vacuna, que la fecha de caducidad era hasta el 28 de febrero por lo que reiteró que era un biológico seguro y eficaz.