La tarde del 2 de marzo, la noticia que comenzó a ganar terreno en redes sociales y después en medios de comunicación locales y nacionales fue el hallazgo de tres cuerpos en una camioneta ubicada a un costado del libramiento Oriente de Yecapixtla entre los que se encontró el de Israel González Pérez, quien fuera alcalde de Tetela del Volcán en el trienio 2019-2021 y candidato fallido para reelegirse en los comicios de hace dos años -ya que su triunfo fue revocado por la Sala Regional derivado de una sanción por violencia política contra integrantes del pasado cabildo -, sin que hasta el momento haya claridad de los hechos ni del móvil del crimen por parte de la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGE), encabezada por Uriel Carmona Gándara, quien ha señalado que ni la institución a su cargo ni la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) tenían reporte alguno de amenaza contra el político morenista.
Israel González fue el político número 11 asesinado en Morelos en los últimos doce meses sin que hasta el momento se tenga certeza si fue víctima del crimen organizado, de la delincuencia común, de un ajuste de cuentas o de alguna especie de atentado por lo que habría sido su paso por el Ayuntamiento, o bien, por la posibilidad de poder regresar ya como Presidente Municipal una vez cumplido el castigo que lo marginó de un inmediato segundo mandato, esto último de acuerdo a versiones periodísticas que ventilaron dicha posibilidad durante la última visita a Tetela del Volcán por parte de Rabindranath Salazar Solorio, Coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, a quien se dice apoyaba el exalcalde, quien junto con sus abogados habrían planteado su regreso al poder, lo que sería una línea de investigación que la fiscalía seguiría luego de una reciente llamada con integrantes del poder legislativo local.
La pérdida de una vida en cualquier sociedad a manos de un tercero, cualesquiera que sean sus motivos, debe movernos como ciudadanos a exigir una investigación ágil, transparente y puntual que haga justicia a la víctima y a sus deudos, pero además a generar la conciencia social para que no ocurra de nuevo, y sobre todo a crear los mecanismos institucionales que aseguren la ínfima posibilidad de que vuelva a pasar. Ese proceso, más siendo un crimen político como pudiera apuntar éste –situación que definirán las autoridades-, regularmente viene acompañado de llamados a esclarecer los hechos al menos por parte del partido al que pertenecía la víctima, de sus liderazgos y actores relevantes. Sin embargo, parece que en Morelos la clase política no está a la altura de las circunstancias o su atención está en otros asuntos.
Al día de hoy, el asesinato de Israel González Pérez y de dos personas más –sus colaboradores, aparentemente- no mereció pronunciamiento alguno por parte de su partido, morena, ni a manera de un reclamo fuerte a las autoridades para que se esclarezca el caso o por lo menos solicitar una serie de medidas para otros exalcaldes y alcaldes de su militancia -y de otras- que prevengan situaciones de riesgo en un estado que está crispado y por entrar en su proceso electoral para renovar autoridades en poco más de un año.
Ni una publicación para González Pérez en las redes sociales de morena Morelos el día de los hechos, pero sí en cambio, resúmenes de las conferencias mañaneras del Presidente Andrés Manuel López Obrador y un video acerca de sus llamadas telefónicas con mandatarios de Brasil, Colombia, Cuba y Argentina para abordar “temas diversos”, sucesos poco trascendentes en lo local si los comparamos con el asesinato de quien fuera uno de los ediles de uno de los municipios que conforman Los Altos de Morelos cuya relevancia en la región y para la geografía política del estado es importante.
Y qué decir de los liderazgos morenistas en torno al crimen. Desde el silencio absoluto en muchos casos hasta tímidas esquelas en redes sociales como las que publicó el propio Rabindranath Salazar en la que hace un “exhorto a las autoridades competentes para que se agoten todas las líneas de investigación con el fin de que se otorgue justicia a las víctimas” (sic). ¿No requiere más este caso de su parte, sobre todo porque Israel habría sido uno de sus promotores rumbo al 2024 según cuentan en Tetela del Volcán?
Ese vació frío y desolador que hacen los morenistas a uno de los suyos esperemos no sea la marca de la casa en Morelos, que podría interpretarse ya por más de uno como el mensaje de la indiferencia a sus operadores y a sus huestes de alcanzarles la tragedia, deseando no sea así. Y que no llegue el número 12, por favor.
P.D. ¿Cómo les habrá caído a los alcaldes -y a los exalcaldes- lo dicho por el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), José Antonio Ortiz Guarneros quien en el contexto del asesinato de Israel González Pérez les pidió “no tener miedo y estar tranquilos” rematando “yo creo que van a empezar surgir llamadas de presidentes municipales, pero creo que importante no alarmarse antes de tiempo”?