El exfutbolista y actual gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, inició con un gabinete integrado por personas que al poco tiempo decidieron dejar el terreno de juego o simplemente quedaron fuera de la alineación original.
El primero en abandonar la cancha fue Guillermo López Ruvalcaba, de extracción perredista, quien durante ocho meses ocupó la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro). Su separación del cargo se dio a conocer en junio de 2019, presuntamente, con la finalidad de cumplir con “la paridad de género”; para ello se tomó protesta a la guerrerense Margarita María Galeana Torres.
Al gabinete de Blanco Bravo también fue invitado el exárbitro Gilberto Alcalá por el entonces jefe de la Oficina de la Gubernatura, José Manuel Sanz. El exsilbante quedó como encargado de la Secretaría de Desarrollo Social hasta abril de 2020, cuando presentó su renuncia junto a Margarita Galeana Torres.
La hacienda estatal quedó en manos de Alejandro Villarreal Gasca hasta agosto de 2020; fuentes al interior del Palacio de Gobierno señalan que su salida tuvo que ver con la inconformidad del exfuncionario por las “libres transferencias” que, sin sustento, ordenaba el gobernador Cuauhtémoc Blanco.
En conferencia de prensa posterior a su renuncia, Villarreal Gasca señaló que la separación de su cargo se dio por la “intromisión de personajes al interior del gabinete que presumen una amistad con Blanco Bravo”.
Y así, poco a poco, el gabinete del Ejecutivo estatal iba presentando cambios en su interior. En septiembre de 2020 fue Margarita González Saravia quien dejó la Secretaría de Turismo y Cultura tras ser llamada por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, para ser la titular de la Lotería Nacional.
Dos años después, en mayo de 2022, Pablo Ojeda, quien se desempeñaba como secretario de Gobierno, presentó su renuncia. Su salida se dio en medio de la polémica por un presunto audio en el que Ojeda aceptó haber caído en actos de corrupción al haber influido en la designación de una notaría.
En ese mismo periodo también salió José Manuel Sanz, quien trabajó con Blanco Bravo desde que mantenía su carrera como futbolista.
Hugo Éric, un caso especial
Quien también decidió abandonar la relación que guardaba con Blanco Bravo fue el exdelegado federal para los programas sociales, Hugo Éric Flores Cervantes, presidente del Partido Encuentro Social (PES) en Morelos, quien públicamente denunció una serie de irregularidades que ocurren al interior de la administración estatal, desde donde, dijo, se toman decisiones en medio de “tragos”.
“La idea que nosotros teníamos es que al tener pocos compromisos políticos se pudiera llamar a gente destacada, académica, de la iniciativa privada, ciudadanos y ciudadanas morelenses destacadas; es decir, hacer un gobierno con las mejores personas. Se hablaron de exrectores, empresarios; se habló de gente de la sociedad civil, pero al final no se pudo concretar, desde ahí empezó el gran desorden”.
El dirigente partidista dijo que fue imposible trabajar con los grupos formados al interior del Ejecutivo; “se buscó trabajar con las personas que eligió, pero fue imposible, había grupos marcados, uno lo encabezada José Manuel Sanz, decían que nosotros teníamos los hilos de gobierno, pero siempre fue Cuauhtémoc; inclusive con la llegada de Ulises (Bravo), nosotros veíamos como un catalizador, alguien a quien sí podía escuchar, y luego se volverían a hacer grupos al interior; luego hubo adversarios que quisieron trabajar, pero nunca se pudo hacer una política de unidad, de consenso, que se pudieran sacar las cosas adelante”, declaró a El Sol de Cuernavaca, tras aceptar que se “arrepentía” de haber postulado a Blanco Bravo como gobernador de Morelos.
“No debió ser gobernador”
El 2 de julio los resultados de la votación le dieron el triunfo, prácticamente irrevocable, a Cuauhtémoc Blanco Bravo, ante contendientes como Rodrigo Gayosso Cepeda, del PRD, y Víctor Manuel Caballero Solano, del PAN.
Bajo la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por Morena-PES-PT, Blanco Bravo triunfó sobre sus adversarios con 501 mil 743 votos, de un total de 954 mil 20 votos válidos, mientras que Caballero Solano rebasó los 134 mil votos, Gayosso juntó más de 111 mil y Jorge Meade superó los 57 mil votos, de acuerdo con las actas computarizadas por el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac).
El investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, Medardo Tapia, afirma que Blanco Bravo nunca debió ser candidato ni a presidente municipal de Cuernavaca, ni gobernador, al no cumplir con uno de los requisitos básicos, como es la residencia en la entidad, lo que le impidió tener legitimidad ante la población y ante la misma ley.
Esta omisión por parte del Organismo Público Local Electoral (OPLE) le costó la presidencia del Impepac a la exconsejera Ana Isabel León Trueba, ya que hubo una denuncia que prosperó y que dejó en claro que el gobernador incumplió con dicha norma.
“Se subió al carro de la Cuarta Transformación y ganó. Pero la representación política se gana con legitimidad, y tengo la impresión de que el gobernador nunca la ha tenido, entonces, cuando dicen que ha perdido la confianza, creo que nunca la ha tenido realmente, pero el problema es que nuestro sistema electoral está tan mal que se permite que llegue alguien acusado de no ser residente del estado de Morelos y llega a la gubernatura”.
El resultado de ello es tener un Cuernavaca y un Morelos abandonado”, acusa el investigador.
Urge reemplazar a la clase política: Medardo Tapia
La ciudadanía ya no debe dejar en manos de los políticos las administraciones estatales y municipales, advirtió el académico. Movilizarse para participar, no sólo para manifestarse, es la solución para poner fin al atraso y abandono del estado.
“Seguir lamentándonos de que ocurre lo mismo en cada sexenio no va a solucionar nada; necesitamos meternos en la política y pedir que rindan cuentas a nuestros gobernadores, de otra manera, lo que ocurre son las manifestaciones, pero no son suficientes, hay que protestar como han hecho en otros estados, con un proyecto político y reemplazar a nuestra clase política”.
El especialista dijo que es necesario rodearse de especialistas que lleguen a los gobiernos y resuelvan realmente, no permitir que por amistad o compromisos de campaña lleguen personas inexpertas. “Pero también quienes lleguen que no se pierdan en el camino, aceptando beneficios personales que en nada abonarán al objetivo de cambiar las cosas”.
Medardo Tapia asegura que la Fiscalía Anticorrupción debe llevar a la justicia a los servidores que abusen del ejercicio público, como fue el caso de Antonio “N”, quien sigue en prisión preventiva por el uso abusivo del servicio.
“Recuerdo a personajes que tenían intención de participar y cambiar las cosas como Rodolfo Becerril, que ya falleció, Juan Salgado y otros”.
Falta rendición de cuentas
El gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo rindió su cuarto informe de gobierno entre funcionarios y quienes, de una u otra forma, buscan no solo conservar su empleo, sino también aspiran a continuar bajo otro cargo, ya sea por designación o por voto popular; menos de la mitad se trataría de ciudadanos de “a pie”, pero esto no significa, a decir de expertos en sociología, que el mandatario ha perdido la confianza del pueblo, ya que nunca la tuvo.
Más allá de un acto demagógico, al gobernador le faltó hacer una rendición de cuentas frente a la ciudadanía y sus diversos sectores, quienes señalan que el informe no está a la vista de las personas y tampoco ha quedado claro el avance que se han tenido a lo largo de cuatro años, “manteniendo estancada a la entidad”.
Medardo Tapia asegura que el estado tiene varios sexenios gobernado por políticos a los que poco les importa el desarrollo de los habitantes.
“Más que un cuarto informe, el gobernador debería rendir cuentas porque sigue habiendo muchos problemas en Morelos, traté de acceder al informe y no lo encontré. En su discurso a la prensa dijo que se acercó a los ciudadanos, y en un discurso medio raro dice que impulsó para que las familias salgan de un atraso histórico, realmente no sé cuál sea el sustento de una afirmación como esa”.
Para el investigador de la máxima casa de estudios del país, la ceremonia del informe resulta obsoleta para realmente rendir cuentas a la población ávida de datos sobre el manejo del erario; es una respuesta a solucionar la polémica que gira en torno a un mandatario que está por salir.
El protocolo de esa ceremonia debería cambiar, a su opinión, para satisfacer las requisiciones del estado.
Rubros desatendidos
El desarrollo económico, seguridad, así como los feminicidios, que colocan a Morelos en los primeros lugares, aun cuando desde 2015 se decretó la Alerta de Violencia de Género en ocho municipios; además del primer lugar en corrupción, con un porcentaje de impunidad superior al 90 por ciento, según datos de la organización Corrupción Cero.
“No avanzamos en ningún rubro en Morelos, inclusive para el problema del agua en Cuernavaca descubrimos que existen muchos municipios que deben una buena cantidad de dinero a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y no sabemos qué podría hacer el gobierno del estado para ayudar a todos ellos. Es triste ver que en la capital tengamos problemas de agua y que el gobierno del estado no diga nada, que venga el presidente de la república y no diga nada”.
Consideró que siendo el exalcalde de Cuernavaca, y que además dejó un adeudo importante de 90 millones de pesos, debe tomar acciones al respecto.
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