El presidente del Consejo Ganadero del Estado de Morelos y de la Asociación Ganadera Local de Cuernavaca, Cristian Mishell Pérez, pidió al Congreso de la Unión y al Legislativo morelense tipificar el abigeato como delito grave.
Señaló que en la capital del estado se han detectado sólo dos casos, los cuales se ubicaron en la zona del ejido de Santa María pues ahí se concentra la mayor parte de la ganadería del municipio; pese al problema no se pusieron denuncias.
Sin embargo, en las zonas sur y oriente de Morelos se reportan por lo menos 10 robos de cabezas de ganado a la semana, lo cual genera un problema en la industria porque al no ser considerado como delito de gravedad los ganaderos corren más riesgo al denunciar que al permitir que sigan ocurriendo estos robos.
Y es que en 2014 en Tlaltizapán este delito fue denunciado ante las autoridades, pero los que quienes interpusieron las querellas fueron privados de la vida, razón por la cual los ganaderos prefieren no poner en riesgo su integridad física.
“La gente vive con ese temor de denunciar y que después les pueda suceder algo. No es un tema de grupos organizados, son robos circunstanciales y es cualquier tipo de delincuente el que se roba el ganado”, explicó Pérez.
Aseguró que hay abigeato proveniente de Puebla y Guerrero, estados colindantes con los municipios de mayor índice de población con robo de ganado.
Agregó que el robo es parejo, puesto que se llevan borregos, caballos e incluso vacas: “No escatiman, lo que se encuentran se llevan”.
Detalló que con una fianza mínima los delincuentes obtienen su libertad, y aunque desconoce la cifra exacta de las fianzas hizo el siguiente ejemplo: “Si se roban una res de 20 mil pesos y les cobran una fianza de cinco mil pesos, a ellos les conviene estar llevando a cabo la práctica”.
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