En octubre se recuerda al movimiento estudiantil de 1968 que contribuyó a la apertura democrática del sistema político mexicano, ya que son los jóvenes un elemento esencial en el desarrollo de un país, su participación en la arena pública es necesaria.
México es un país de jóvenes, lo que implica que hay elementos para contribuir en las transformaciones de las estructuras del poder, sin embargo, hay una falta de cultura política que se tiene que fomentar en las nuevas generaciones. No se puede hablar de democracia cuando los ciudadanos están alejados de los asuntos públicos. Por ello, es vital que en la configuración de los futuros ciudadanos se atienda a la sensibilidad por participar en vida pública del país.
Los jóvenes necesitan los instrumentos para poder contribuir con su país, y son las estructuras educativas ejemplo de ello. En la actualidad las sociedades están inmersas en un contexto de globalización con todos los efectos que involucra, siendo un ejemplo de ello la pandemia por Covid-19 que vino a reconfigurar los sistemas como el político, económico, social, de salud y por supuesto el educativo.
Y en esa tesitura al estar superando dicha pandemia, es tiempo de repensar los mecanismos educativos, y ello implica que los jóvenes sean parte medular de ese cambio con nuevas ideas y mayor inclusión, que se les brinde los espacios para que puedan generar su opinión pública, elemento indispensable en las democracias. Pero también hay que mencionar que no hay que ver solamente a los jóvenes como estudiantes sino como profesionales en la educación que cuenten con un compromiso social que abarque dejar atrás vicios de la vieja guardia educativa. Necesitamos profesores por convicción.
Hoy, las universidades y las instituciones a nivel superior tienen la oportunidad de abrir más espacios a los jóvenes para que cuenten con una formación académica integral que les permita hacer frente a los cambios mundiales, y ello abarca el uso de nuevas tecnologías que acerquen a los jóvenes con una educación a nivel superior, así como con los temas que atañen a su sociedad. Es indispensable fomentar un uso de tecnologías no sólo para el entretenimiento, sino que sean una herramienta con sentido social.
Se habla de una transformación en México, pero aún hay muchas estructuras añejas y vicios en el sistema que están muy arraigados y que representan una limitación en ese cambio que se busca. Se ha implementado otra reforma educativa en este sexenio, pero bajo una lógica de austeridad republicana los recursos se acotan, trasladando una carga hacia los docentes, estudiantes y padres de familia. Si en verdad se busca una transformación cuyo elemento necesario puede partir del sistema educativo, aún hay mucho por hacer, desde tener mejores instalaciones a las que se les debe dar mantenimiento, así como herramientas tecnológicas donde en verdad haya un derecho al acceso a internet, así como dotar de elementos humanos para atender necesidades escolares y no pasar toda la carga burocrática a los maestros.
Ahora bien, el apoyo a los jóvenes debe ser una función no sólo a cargo de la Federación, también los gobiernos estatales y municipales deben generar acciones para apoyar a la formación académica de los jóvenes. Por ejemplo, en el caso de Morelos, no hay apoyos con becas a los estudiantes universitarios, se ha dejado todo ese paquete al Gobierno Central. Hay que mencionar que en México el sistema federal es una ficción, quizás por los antecedentes políticos y culturales, la tendencia en concentrar en vez de delegar.
En Morelos y en México se deben generar los espacios para que los jóvenes puedan formar y desarrollar una opinión, de expresar sus inquietudes, de contar con las herramientas para expandir sus horizontes. Es indispensable una mayor educación no sólo en temas clásicos como las matemáticas o las ciencias exactas, sino también en cultura política, en las artes y en las humanidades, que les permitan a los jóvenes tener una mayor sensibilidad por las problemáticas de su entorno, y no sólo se encierren en los dispositivos móviles que en apariencia les crean un mundo feliz.
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