En el centro de Cuernavaca podemos encontrar muchos negocios que se dedican a la reparación del calzado, bolsas y mochilas. La mayoría tienen por lo menos más de diez años, pero existe un negocio que tiene más de 70 años dándole una segunda vida al calzado de sus clientes, hablamos de la reparadora “Manolo”.
“Durante la pandemia la pasamos mal la verdad, no había nada de venta, creímos que ya no iban a regresar los clientes y hace como un año regresaron, y nuevos clientes también. Yo creo que es por la situación económica que estaba baja la venta”, compartió Viridiana Rosas, quien está a cargo de la reparadora.
Viridiana Rosas tiene 13 años reparando calzado junto a su esposo, quien tiene más de 23 años siendo el dueño del negocio. De acuerdo con la entrevistada, dicho negocio es un sueño hecho realidad, ya que por muchos años la reparadora fue propiedad de su antiguo patrón, no obstante, al presentarse una oportunidad de traspaso, no dudaron en adquirirla.
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A Viridiana Rosas le hace muy feliz saber que este es su negocio, y le alegra tener clientes de hace más de 20 años, quienes confían en el trabajo que realizan.
“Las reparaciones van desde los 15 hasta los 200 pesos, la verdad es que hay muchos casos en los que las reparaciones valen mucho la pena, se los dejamos como nuevos”, indicó.
Viridiana Rosas es una mujer zapatera que aprendió a reparar por necesidad, cuenta que un día su esposo le pidió que lo acompañara al negocio, pues durante su embarazo ella tenía mucha energía y ganas de trabajar. En un inicio se quedó en el negocio como personal de mostrador, después, cuando nació su bebé, le pidió a su esposo que le enseñara el oficio, algo que le permitió estar más cerca de su familia.
Actualmente el matrimonio repara aproximadamente 60 zapatos por día y a pesar de los altibajos que tuvo el negocio, aseguran que no cambiarían su oficio: “El presente nos pinta un buen futuro”, dijo Viridiana Rosas.
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