Adriana Barrales Guevara
La Secretaría de Educación Pública (SEP) señala que en México laboran poco más de 2 millones de docentes que ofrecen servicios educativos a más de 36 millones de alumnos, de los cuales, 26 millones cumplen con los estudios de educación básica.
La idea anterior sustenta que el modelo educativo impulsado por las autoridades a nivel federal, ofrezca un servicio integral para quienes se forman, esto es, que alcancen objetivos destinados a cumplir con el perfil de egreso de la educación obligatoria a través de ámbitos como el lenguaje, la comunicación, el pensamiento matemático, la exploración y comprensión del mundo natural y social, el pensamiento crítico y la solución de problemas o la apreciación artística, entre otros.
En este orden de ideas, es importante señalar que, a pesar de las diversas manifestaciones en los ámbitos señalados donde los alumnos desarrollan habilidades y capacidades, la expresión artística se vuelve fundamental al tomar en cuenta que al término de la educación primaria podrá explorar y experimentar distintas manifestaciones artísticas, expresándose de manera creativa por medio de elementos de la música, la danza, el teatro y las artes visuales. De hecho, hay que recordar que las artes ayudan al total de la currícula y que, al final, serán flexibles, lúdicas y, sobre todo, estas deberán recurrir a la transversalidad con el fin de tener un desarrollo integral en las niñas, niños y adolescentes.
Sin embargo, la educación artística no es apreciada de la misma forma en que se trabajan otras asignaturas básicas tales como el español y las matemáticas. Esta situación ocasiona que el alumno vea limitada su posibilidad de desarrollo integral en los siguientes niveles educativos, ya que el modelo educativo solamente brinda acciones de desarrollo académico en otros temas y áreas que no son precisamente los referentes a la educación artística.
Cómo se mencionó anteriormente, es de suma importancia contemplar el desarrollo integral que deben de tener los alumnos y alumnas en la educación artística que, a su vez, se encuentra conformado por los siguientes aspectos: estado emocional de los alumnos, habilidad de colaborar e innovar, creatividad, aprender cosas por sí mismos, habilidad de aprendizaje, así como la habilidad de organizar su propio proceso.
El modelo educativo vigente, que se encuentra a la espera de los nuevos lineamientos establecidos por la nueva escuela mexicana, es importante para que los objetivos sean analizados por sus resultados tanto de manera horizontal como transversal, de ahí que los medios propuestos por las autoridades educativas tengan que ver con el quehacer diario en las aulas, tales como la ética, la formación continua, la flexibilización curricular, la relación escuela-familia, así como la infraestructura y equipamiento.
Para lograr lo anteriormente descrito se enuncian, de acuerdo con la SEP, las fases principales de este proyecto, que debido a la pandemia global provocada por la COVID-19 han sido pospuestas, en donde se planearon actividades que tienen que ver con la evaluación del plan y programas de estudio, la elaboración de una versión preliminar del currículum y su promoción final para que, por último, se ponga en marcha el modelo educativo de la nueva escuela mexicana, paulatinamente.
De hecho, la nueva escuela mexicana tiene como objetivo que las niñas, niños y adolescentes se formen de manera integral a través de dimensiones que coadyuven en su desarrollo, tales como la cívica, cognitiva, emocional, estética, física y moral.
Debido a todo lo señalado es que las manifestaciones artísticas coadyuvan a cumplir con la alfabetización que la sociedad mexicana requiere, de ahí que el hecho de enfocarse únicamente a rasgos orientados a la lectura, escritura, pensamiento crítico, cuidado del medio ambiente o cualquier otro marcado en los aprendizajes clave, no sean suficientes para contribuir a formar ciudadanos libres, responsables e informados para vivir en plenitud en el siglo XXI.
Si la educación artística dentro del área de desarrollo personal y social cumple con fomentar el desarrollo del pensamiento artístico y estético para disfrutar de las artes, el alumno tendrá las herramientas y habilidades para desarrollar el pensamiento artístico que le permita construir juicios informados en relación con las artes; al mismo tiempo, podrá identificar y ejercer sus derechos culturales reconociendo su lugar entre las diferencias culturales, étnicas, sociales y de género.
Es entonces que se considera importante formar un trabajo en colectivo para llegar a acuerdos y que, a su vez, esto motive al docente a impartir de manera autónoma su clase de artes sin tener que recurrir a otros medios ni dejarla por fuera de su planeación de clase regular. Se considera que el mismo docente verá el resultado para la transformación humana, imaginativa y libre de cada alumno para que, por último, estos puedan aportar conocimientos al devenir nacional y de su comunidad a través de las artes.
Adriana Barrales Guevara es Licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad de Ciencias y Administración, así como Licenciada en Danza Folclórica Mexicana por la Escuela de Bellas Artes del Estado de México. Es profesora de Educación Básica.