El cantante de música vernácula Emiliano le dio vida al restaurante Mi tierra, en Cuautla, entre 2008 y 2017, año en que cerró sus puertas.
Así es mi tierra, nombre oficial del establecimiento, vivió dos etapas: en un principio tenía como especialidad culinaria los mariscos con algunos platillos mexicanos, pero tras sufrir la quemazón de sus instalaciones a sólo 10 meses de su apertura, como el ave Fénix renació de entre las cenizas bajo un nuevo concepto 100 porciento nacional.
César Bernardo Ríos Fernández, mejor conocido en el medio artístico como Emiliano, cantante de música ranchera cuautlense y en su momento presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac Cuautla), además de ser candidato del PRI a la presidencia municipal en 2015, narra los orígenes de este concepto donde, además, se tocaba música en vivo; se ubicaba en avenida Reforma No. 113, en la colonia Emiliano Zapata.
¿Cómo nació el restaurante ‘Así es mi Tierra’?
“Este proyecto inició en el lapso en que grababa un disco de manera profesional, y en un inter la disquera me solicitó momentáneamente no cantar hasta que saliera el disco. Fue cuando puse en marcha el proyecto del restaurante con el fin de que, cuando viniera a Cuautla, pudiera tener un escenario donde compartir mi música debido a mi gusto por el mariachi, y así fue como empezamos con la construcción, primero de una marisquería, y después lo convertimos en una fusión”.
Su afición por la música mexicana fue fundamental para darle ese giro.
“Decidimos enfocarnos en un restaurante cien por ciento mexicano por ese gusto y la afición que tenía por los caballos, la charrería, todo ese entorno; el restaurante se tornó más mexicano con todos los detalles y fue como decidimos ponerle Mi tierra porque tenía todos los orígenes, desde el caballo (figura) que se encontraba de pie en la entrada, los colores que eran tipo hacienda, la escenografía con un charro mexicano con una adelita, y también tenía un gran candil en medio del restaurante, así fue como se le dio el enfoque muy mexicano”.
¿Cuándo se incendio el restaurante Mi Tierra de Cuautla?
Uno de los episodios que marcó la vida y el cambio del concepto fue el incendio que sufrió a los pocos meses de su apertura, producto de una chispa provocada por juegos pirotécnicos, según se informó en su momento.
“El restaurante abrió en 2008 y cerró en el 2017; sin embargo, en el 2009 se quemó, a diez meses de su apertura, eso fue un 31 de diciembre, prácticamente en año nuevo, fue en el paso al primero de enero de 2010, justamente en esa fecha”, comentó el propietario.
El fuego arrasó con toda su estructura que estaba formada por una enorme palapa de palma estilo artesanal que medía 14 metros de altura en una superficie de 650 metros cuadrados, sin pilares al centro.
El restaurante también contaba en su parte trasera con un cuexcomate de casi 2 metros, “que era una réplica muy bonita que hacía alusión a la forma de cómo guardaban el grano en Morelos. Se encontraba al fondo, a un lado de una cascada y debajo de una frondosa bugambilia, que era la que vestía su estructura de entre 1.80 y 1.90 de altura”.
¿Qué ofrecía el restaurante Mi Tierra en su menú?
“Mi tierra tuvo muchas facetas; antes de que se quemara ofrecía la tradicional comida mexicana pero fusionada con mariscos, cortes de carnes, es decir, contaba con un menú muy variado”, detalla Emiliano.
“Después del incendio, decidimos reabrirlo y lo enfocamos 100 porciento a la comida mexicana, donde encontrabas desde cabrito, una cecina rasurada, la salsa típica que te hacían en la mesa de tomate o con jitomate y chile de árbol, ¡buenísima!, algo muy típico y llamativo”.
En toda esa mezcla de sabores tampoco podían faltar los chapulines y la salsa de chumiles muy típicos de la comida nacional, recuerda.
“Los cortes de carne se trabajaban en unas parrilladas que se sacaban de lo que era el tlecuil, pues el restaurante contaba con unos tlecuiles originales de Tetelcingo donde se hacía con leña la tortilla, y con carbón se cocía toda la carne para sacarla en las parrilladas. Durante la elaboración se les metía carbón a unos marranitos de barro para la buena conservación de las carnes y llevaban desde cebollitas, aguacates, la salsa molcajeteada, queso de rancho, queso de cinta y también había una crema de maizal que era crema de maíz y huitlacoche, mitad negra y mitad blanca, en fin, teníamos una propuesta culinaria muy interesante”.
Y sin faltar el mobiliario también típico del país, “se tenían muebles de equipales tipo jalisco, y los baños estaban forrados con bambú”, puntualiza el cantante.
Mi Tierra, una vitrina para el talento local
Mi Tierra contaba además del amplio comedor para unos 500 comensales, con una gran pista de baile que se iluminaba con luces led, estacionamiento, terraza y área de juegos infantiles.
Todos los días había música en vivo, además de Emiliano que amenizaba con su espectáculo ranchero, se presentaron variedad de cantantes nacionales e internacionales, tal como lo recuerda Giovanni Lonngi, uno de los cantantes locales que pisó su escenario para amenizar con el Trio Misterio, formado por su hermano Pierre y Oliver Hernández.
“Toda la semana había variedad musical, no solo era un cantante, en nuestro caso solíamos cantar por las tardes; el restaurante tenía muy buena clientela, había días muy buenos que se llenaba con gente local o que venía de otros estados o países, de Estados Unidos y hasta de Japón, turistas a quienes les gustaba el ambiente y sobre todo el lugar, muy bonito, con excelente comida y muchos se llevaron gratos recuerdos en video y fotografía”.
Fue un lugar, dice, “donde se festejaban todas las fechas importantes, día de la madre, del padre, incluso escuelas y hasta empresas solían asistir a celebrar sus eventos, algo inolvidable”.
El entrevistado comenta que gracias a las presentaciones en Mi tierra, “nos hicimos de mucha clientela que nos contrataba para eventos particulares; Emiliano, a quien agradecemos su apoyo, siempre nos recomendó y fue nuestra mejor época, gracias a este lugar conocimos a mucha gente, fue una gran vitrina para nosotros y para el demás talento local, incluso se presentaron estrellas internacionales como Carlos Cuevas, de quien recuerdo alguna vez estuvo en una cena show, algo que quedará en el recuerdo de tanta gente que visitó este fino restaurante, de lo mejor que ha tenido Cuautla”.
“Decidimos enfocarnos en un restaurante 100 porciento mexicano por ese gusto y la afición que tenía por los caballos, la charrería, todo ese entorno.”
César Bernardo Ríos Fernández