En la década de los 90 existió en Cuernavaca un parque recreativo muy distinto y atractivo: Jungla Mágica, operado por una empresa particular y que abrió sus puertas en 1991 dentro del reconocido Parque Chapultepec para brindar un espacio ideal a niños y familias enteras.
Durante casi 10 años fue muy importante para los morelenses, así como visitantes nacionales y extranjeros, que llegaban a disfrutar un grato momento.
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A través de un video del año 1992 que circula en redes sociales y Youtube se aprecia un breve recorrido por lo que fue Jungla Mágica, cuya fachada es similar a lo que podemos ver actualmente, pero estaba pintada solo de dos colores, lila y rosa fluorescente con la leyenda Jungla Mágica en letras verdes junto a los dibujos de un delfín y una orca. En medio de los dos arcos de acceso se aprecia la taquilla.
Al ingresar al parque destaca un lugar para jugar Tiro al blanco y Knock Down, así como los tradicionales peluches. Siguiendo el recorrido del video vemos la enorme cascada, una de las principales y que a la fecha se mantiene igual.
Algunas atracciones que había en aquella época eran el Planetario, el Serpentario, el Teatro piramidal, la Cabaña del Tío Chueco y diversos espectáculos con animales como el Delfinario, que era el más destacado por su majestuosidad, por lo que solía ser muy visitado.
Respecto al espectáculo con delfines, en redes sociales podemos ver un video de 1994, donde los entrenadores Antonio Delgado, Mónica Alba, Luis Enrique Guevara y Gaby Rufles realizan ejercicios sorprendentes con los protagonistas del show, que sin duda encantaban a niños, jóvenes y adultos.
Rosa Urióstegui, originaria de Cuernavaca y quien actualmente radica en Chicago, Estados Unidos, visitó el Parque Barranca Chapultepec después de casi 20 años de no hacerlo, y recordó con cariño y nostalgia aquellos tiempos: “Viví mi infancia y juventud en la colonia Satélite, muy cerca de este increíble lugar, y solía venir con frecuencia. Me tocó la época de Jungla Mágica, y recuerdo que veníamos a ver a los animalitos, especialmente el espectáculo de delfines, que era algo muy novedoso y único en la ciudad, era increíble verlos saltar, coordinarse con los entrenadores y hacer diversos trucos; era maravilloso para nuestros ojos, como niños lo disfrutamos muchísimo. Nunca vi en otro lugar un show así”.
En aquellos tiempos funcionaba el lago artificial al final del parque y donde se podía pasear en lanchas y recorrer el espacio para conectar con la naturaleza.
“Otra de las atracciones que disfruté mucho fue la Cabaña del Tío Chueco, que nos provocaba sensaciones increíbles, sentir que caminabas de lado o chueco era muy divertido, también me tocó sentarme en la silla y era como si estuviéramos en otra dimensión”.
El lugar también funcionaba como zoológico, con animales como monos araña, cocodrilos, patos, un pelícano y una diversidad de aves como los pavo reales.
Durante la época de Jungla Mágica solía asistir mucha gente, especialmente los fines de semana cuando llegaban turistas de distintas partes de la República Mexicana y el extranjero, para disfrutar de este mágico lugar enclavado en la naturaleza.
El fin de una historia
Desafortunadamente con el paso del tiempo dejó de ser atractivo para el público y comenzó a deteriorarse, por lo que la historia de Jungla Mágica llegó a su fin y cerró en el año 2000. Un año después, en diciembre el gobierno estatal encomendó a la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente iniciar un nuevo proyecto.
De acuerdo con información proporcionada en la página web oficial del gobierno del estado de Morelos, en diciembre de 2001 se encomendó a la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA) iniciar un nuevo proyecto debido al grave deterioro en el que se encontraba la antigua Jungla Mágica.
Y después de una ardua restauración, el 23 de noviembre de 2003 el lugar reabrió sus puertas con el nombre Parque Ecológico Chapultepec. Para 2015, el parque comienza una transformación con la finalidad de recuperar su espíritu de Área Natural Protegida. Se realizó la extracción de especies exóticas como los patos, la trucha arcoíris y peces koi, que depredaban las especies endémicas del sitio. También se instaló el mariposario, iguanario y centro de cactáceas.
Asimismo, durante 2015 se inauguró el Centro Cultural El Amate en las instalaciones que antes ocupaba el Delfinario. Este espacio funcionó como foro cultural que albergó importantes exposiciones, presentaciones musicales, literarias y de teatro, así como cine y talleres.
“Ya como Parque Chapultepec también me tocó visitarlo, recuerdo que ya en la juventud solía visitarlo con mis amigos y vecinos, desde la casa o al salir de la escuela nos veníamos caminando para disfrutar de un buen rato. Ya era algo diferente, sin tantos animales y sin algunas atracciones como antes, pero jamás perdió su esencia de ser un lugar ideal para escaparnos de la cotidianidad y conectar con la naturaleza. Tengo muy buenos recuerdos, es un lugar precioso, me da mucha alegría regresar y que mis hijas conozcan un lugar que fue importante en mi infancia y juventud”, expresa Rosa.
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Actualmente el parque es conocido como Parque Estatal Urbano Barranca Chapultepec y es un área natural protegida y considerado como uno de los pulmones más importantes de la Ciudad de la eterna primavera.
“Es un área natural protegida porque tenemos una cantidad de flora y fauna endémica y nativa importante. Tenemos dos especies en peligro de extinción que habitan en el agua, que son la carpita morelense y el cangrejito barranqueño, y por eso procuramos tener un manejo muy cuidadoso de las aguas del parque, que vienen desde el Corredor Biológico Chichinautzin y atraviesan las 12.8 hectáreas de terreno que abarca este parque”, comentó Arianna Inés Sandoval Contreras, directora del Parque Estatal Urbano Barranca Chapultepec.
Asimismo, con el objetivo de promover el cuidado de este emblemático espacio y por supuesto del medio ambiente, suelen realizar diversos talleres para generar conciencia en temas de sustentabilidad y ecología. Y ahora cuenta con nuevas atracciones, cuyo propósito ya no es recreativo y de entretenimiento, sino de conservación y cuidado de las diversas especies de flora y fauna.
“Tenemos cactáceas, el orquideario, el mariposario y el cuarto de crianza donde nosotros mismos recolectamos las larvas de las mariposas para que posteriormente eclosionen y sea liberadas. Tenemos actividades académicas especialmente dirigidas a las infancias para que puedan disfrutar de estos espacios”.
Además, recientemente inauguraron el primer Ajolotario abierto de manera oficial para el público en Morelos: “El parque siempre ha sido un espacio muy importante rodeado de naturaleza, tenemos árboles y vegetación de más de 200 años, que nos brindan un entorno increíble que nos hace escapar del movimiento urbano, de la rutina, y así como vienen a resguardarse las especies como los tlacuaches, cacomixtles, loros y mapaches que escapan de la mancha urbana, nosotros también necesitamos espacios así para relajarnos y disfrutar de un momento en familia”.
Sin duda, Jungla Mágica ha quedado como un recuerdo memorable para quienes conocieron ese atractivo parque.
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