Cada primero de mayo las calles de Morelos se inundan de organizaciones sindicales que exigen empleos sin discriminación, igualdad de género, cero acoso o violencia sexual en los centros de trabajo, además de una “auténtica democracia” sindical y libertad de organización y autonomía de la clase trabajadora frente a cualquier gobierno que atente contra los derechos económicos, sociales y culturales.
En la entidad lo hacen la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), entre otras; sin embargo, algunas otras optan por no salir, por ejemplo el Nuevo Grupo Sindical (NGS) y la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
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En años anteriores, los más críticos en casos de Covid-19, la marcha del primero de mayo, entre otras actividades, fue suspendida para evitar más contagios; sin embargo, algunas organizaciones como el Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética y los Derechos de las y los Trabajadores, hacían algún pronunciamiento a un costado del Palacio de Gobierno y a través de una comisión para no quitar el dedo del renglón.
Este año los sindicatos de Telefonistas, el Independiente de Trabajadores del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (SITIMTA), el de Electricistas (SME), entre otros, anunciaron desde la semana pasada que partirían desde el cruce de las avenidas Teopanzolco y Plan de Ayala hacia Plaza de Armas, en el centro de Cuernavaca, donde se congregarían.
José Martínez Cruz, integrante del Pacto Morelos, comentó que el objetivo es defender los empleos, salarios dignos y exigir adecuadas prestaciones contractuales para combatir la pobreza y el desempleo.
Asimismo, la demanda de los colectivos es tener empleos sin discriminación, igualdad de género, cero acoso o violencia sexual en los centros de trabajo, una “auténtica democracia sindical”, y libertad de organización y autonomía de la clase trabajadora frente a cualquier gobierno que atente contra los derechos económicos, sociales y culturales.
Además, desde hace más de 13 años se demanda el rescate de la soberanía energética y alimentaria de México y la reinserción laboral en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de los más de 16 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Martínez Cruz dijo que siempre será positivo un aumento al salario mínimo, como ha ocurrido en el actual gobierno federal, pero consideró que es insuficiente: “Muchos contratos colectivos tienen prestaciones por arriba de los salarios mínimos, pero no se ven los beneficios; muchas veces los incrementos son menores a lo que deberían ser; además, hay muchos trabajadores en el sector informal que ganan menos del salario mínimo y hay varios desempleados”.
La marcha de este año tiene un aliado más y, por ende, una exigencia más: la lucha por la preservación del IMTA, el cual el gobierno federal busca incorporarlo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Germán Palma, del SITIMTA, detalló que con dicha fusión más de 305 trabajadores de base no podrían continuar con una representación de defensa sindical, tener derecho a un contrato colectivo ni a huelgas, entre otras garantías que han conquistado en los últimos 10 años.
CTM: No somos cómplices
El líder de la CTM en Morelos, Vinicio Limón Rivera, sostuvo que salen a las calles a exigir porque aún existe una serie de injusticias en los temas de seguridad social con la clase trabajadora.
“Tenemos a mucha gente en el mercado informal, mucha sin seguridad social; han bajado las condiciones de los servicios en el Seguro Social y el Infonavit parece una inmobiliaria, donde realmente el trabajador paga dos veces la casa, primero cuando le quitan sus cuotas de obrero y después cuando le entregan la vivienda”.
Y en el IMSS, dijo, constantemente faltan medicamentos, médicos especialistas, las instalaciones son obsoletas y no se ha logrado incorporar a todo el mercado informal existente, que representan más del 60 por ciento de la población económicamente activa.
Agregó que la inseguridad que prevalece en Morelos, los asaltos en el transporte público, el pago de piso o extorsión, y todos los hechos violentos, lastiman e hieren a la clase trabajadora.
“Ni el gobierno federal ni los estatales y municipales han resuelto el problema de inseguridad y violencia. Eso es responsabilidad del Estado y no está cumpliendo su cometido”, expresó.
Consideró que “el silencio es la complicidad y los trabajadores no son cómplices” del gobierno, por eso cada primero de mayo salen a las calles, porque además “le han partido la madre al estado y le están partiendo la madre al país, eso es lo que están haciendo, destrozar lo que en muchos años se construyó en este país”.
Los que se apartan
Ben Hur Hernández, de Nuevo Grupo Sindical, dio a conocer que esta vez no participarían en la marcha del Día del Trabajo, ya que se concentrarían en cumplir con la reforma laboral que venció el primero de mayo de 2023; a ellos se les unió la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
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